Crítica:El cine en la pequeña pantalla

Grandes horizontes y miseria cotidiana

La programación cinematográfica de hoy sábado se adapta a lo que, tópica y esquemáticamente, habría que exigirle a TVE para dicho día de la semana. Por la tarde, un clásico del cine de aventuras, el excelente Capitanes intrépidos, de Víctor Fleming, y por la noche, una obra de contenido, una versión cinematográfica de un gran texto literario: La colmena, de Cela, vista por Mario Camus.Capitanes intrépidos es un típico producto Metro, una película de estudio fabricada en un gran momento de este tipo de cine, con un reparto lujoso y grandes decorados. Además, para ase...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La programación cinematográfica de hoy sábado se adapta a lo que, tópica y esquemáticamente, habría que exigirle a TVE para dicho día de la semana. Por la tarde, un clásico del cine de aventuras, el excelente Capitanes intrépidos, de Víctor Fleming, y por la noche, una obra de contenido, una versión cinematográfica de un gran texto literario: La colmena, de Cela, vista por Mario Camus.Capitanes intrépidos es un típico producto Metro, una película de estudio fabricada en un gran momento de este tipo de cine, con un reparto lujoso y grandes decorados. Además, para asegurar el interés aventurero de la función se cuenta con la base suministrada por Rudyard Kipling un autor repetidamente saqueado por Hollywood, a menudo con acierto y fortuna. Aquí, Spencer Tracy, en su caracterización como navegante incansable, lograría el oscar al mejor actor, reconocimiento motivado en parte por un detalle que el espectador español no podrá apreciar: el inglés de Tracy estaba salpicado de argot marinero y presidido por un muy convincente acento portugués. Él, junto al niño Freddie Bartholomew, que aquí realiza un viaje iniciático de horizontes abiertos, muy distinto de la sordidez dickenesiana que tuvo que protagonizar en otras ocasionas, es la estrella de la película, a pesar de que le rodean John Barrymore, Melvyn Douglas y Mickey Rooney.

La colmena es justo lo contrario de Capitanes intrépidos. Lo que allí son espacios abiertos, aquí son lugares cerrados, lo que en Fleming es glosa de partir hacia desconocidos maravillosos, en Camus es crónica de la conocida miseria cotidiana. La película está muy cuidadosamente rodada, en decorados de un realismo apabullante y disponiendo de un reparto que es, a la vez, muy ajustado y aparatoso. Casi todo el cine español está ahí, en ese café de la inmediata posguerra, poblado de gente frustrada, que procura olvidar, como el propio país, la parte más angustiosa de su vida, en general relacionada con la falta de dinero. José Sacristán, Victoria Abril, Ana Belén, Concha Velasco, José Luis López Vázquez, Charo López y Francisco Rabal, coinciden en el plató, tomando agua o un café de achicoria que dura toda la tarde.

La colmena es uno de los primeros frutos de la colaboración entre cine y TVE. Su explotación comercial como película obtuvo un gran éxito y ahora puede Negar a la pequeña pantalla sin tener que ser considerada como parte de ese cine español que se exhibe obligatoriamente, en tanto que parte de la llamada cuota de pantalla.

Capitanes intrépidos se emite hoy a las 16.05 en la primera cadena. La colmena se emite a las 22.40.

Archivado En