Real Madrid, 102; Breogán, 81

El Breogán lucense, al que patrocina la Caixa Galicia, vino al pabellón a ofrecer créditos a bajo interés y perdió por 102-81. Su marcha en la tabla convocó numeroso público. Durante la primera parte, gracias a la labor de Garrido y Allen, los gallegos pusieron sobre la cancha las armas de quienes se suponen inferiores: la lucha y la entrega. En el Real Madrid fallaba Jackson, hombre del que sale el 40% de los lanzamientos blancos. Seis fallos consecutivos provocaron que Lolo Sáinz tuviera que sentarlo. Como Robinson tampoco exhibió capacidad atacante -2 puntos logró en la primera parte...

El Breogán lucense, al que patrocina la Caixa Galicia, vino al pabellón a ofrecer créditos a bajo interés y perdió por 102-81. Su marcha en la tabla convocó numeroso público. Durante la primera parte, gracias a la labor de Garrido y Allen, los gallegos pusieron sobre la cancha las armas de quienes se suponen inferiores: la lucha y la entrega. En el Real Madrid fallaba Jackson, hombre del que sale el 40% de los lanzamientos blancos. Seis fallos consecutivos provocaron que Lolo Sáinz tuviera que sentarlo. Como Robinson tampoco exhibió capacidad atacante -2 puntos logró en la primera parte-, tuvo que ser López Iturriaga quien pusiera las cosas en orden con los pronósticos. El Real finalizó este primer período con ventaja de diez puntos: 50-40.El segundo tiempo fue otra película. A poco más de tres minutos de juego, el Madrid se había colocado ya con una ventaja de veinte puntos: 75-55. Ocurrió que los hombres del Breogán, tocados en el amor propio por la naturaleza del contrario y la falta de conjunción arbitral, se dedicaron a hacer la guerra por su cuenta. De nada les sirvió.