10 parlamentarios del PNV se enfrentaron a la dirección del partido por un documento sobre el conflicto interno

Diez cualificados miembros del Grupo Parlamentario Naciomialista se negaron a firmar el documento, en su redacción inicial, presentado anteayer por la ejecutiva del Partido Nacionalista Vasco (PNV), momentos antes de que comenzase la última sesión del Consejo Vasco de Finanzas. La ejecutiva nacionalista pedía en el texto que los parlamentarios se comprometieran a acatar las directrices que debían ser fijadas por la Asamblea Nacional y, en su defecto, por el Euskadi Buru Batzar (consejo nacional del PNV) sobre el conflicto en torno a la función de las diputaciones provinciales.

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Diez cualificados miembros del Grupo Parlamentario Naciomialista se negaron a firmar el documento, en su redacción inicial, presentado anteayer por la ejecutiva del Partido Nacionalista Vasco (PNV), momentos antes de que comenzase la última sesión del Consejo Vasco de Finanzas. La ejecutiva nacionalista pedía en el texto que los parlamentarios se comprometieran a acatar las directrices que debían ser fijadas por la Asamblea Nacional y, en su defecto, por el Euskadi Buru Batzar (consejo nacional del PNV) sobre el conflicto en torno a la función de las diputaciones provinciales.

La presentación del documento causó estupor en una parte de los parlamentarios, que no ocultaban su "profundo disgusto" por el método autoritario que la dirección del partido está empleando para controlar a les sectores más críticos.Los 30 miembros del Grupo Parlamentario Nacionalista (integrado por un total de 32 diputados) que acudieron anteayer a la convocatoria de la ejecutiva de su partido (en esa cita no estuvieron ni el lendakari Carlos, Garaikoetxea ni Mario Fernández, que también son parlamentarios) en un principio pensaban que se trataba de un encuentro protocolario, dado que expiraba el plazo preceptivo para que el Consejo Vasco de Finanzas emitiera su informe al Parlamento. Sin embargo, los portavoces nacionalistas no ocultaron, su sorpresa al comprobar que la ejecutiva de su partido los había convocado para que firmasen un documento en el que se establecía su obligación de acatar las directrices emanadas de la Asamblea Nacional y, en su defecto, del Euskadi Buru Batzar, a la vez que les pedía que renunciasen a sus prerrogativas como parlamentarios. Los parlamentarios disidentes firmaron el documento después de conseguir que se modificase su contenido. Tras la modificación, el documento precisaba que los parlamentarios acataban las directrices, cuya fijación corresponde a la Asamblea Nacional "y su ejecución al Euskadi Buru Batzar, todo ello de acuerdo. con los estatutos del partido".