Socialistas y comunistas difieren en sus opiniones

El grupo federal de deportes del PSOE descargó ayer responsabilidades de la Administración en la huelga, y culpa a la caótica situación que viene arrastrando el fútbol español, a través de Federación y clubes, incapaces hasta la fecha de hacer efectivas unas relaciones laborales acordes con una realidad objetiva, la de empresarios (clubes) y trabajadores (futbolistas)". EL PCE, al igual que un día antes el PEIP, amplía el grado de responsabilidad a la Administración "por su retraso en las modificaciones legislativas necesarias".La nota del grupo de deportes socialista indica que "la mayoría de...

El grupo federal de deportes del PSOE descargó ayer responsabilidades de la Administración en la huelga, y culpa a la caótica situación que viene arrastrando el fútbol español, a través de Federación y clubes, incapaces hasta la fecha de hacer efectivas unas relaciones laborales acordes con una realidad objetiva, la de empresarios (clubes) y trabajadores (futbolistas)". EL PCE, al igual que un día antes el PEIP, amplía el grado de responsabilidad a la Administración "por su retraso en las modificaciones legislativas necesarias".La nota del grupo de deportes socialista indica que "la mayoría de problemas de los futbolistas han sido generados por el propio fútbol, por anteriores administraciones que no encontraron soluciones, y por la escasa respuesta de la Federación y los clubes". Por último, califica como "razonables los planteamientos de la AFE en temas como la ordenanza laboral y Seguridad Social" y estima "conveniente el tratamiento de los problemas fiscales en un estudio en profundidad".

El PCE se solidariza con los futbolistas ante "el cúmulo de problemas que, a pesar de ser de dominio público, siguen irresueltos por parte de clubes y Administración. La situación laboral discriminativa y anárquica de los futbolistas, compensada económicamente sólo en casos muy contados, el retraso en las modificaciones legislativas necesarias para la democratización de las caciquiles estructuras federativas, y la falta de cauces de diálogo por parte de la Administración, configuran el entorno del problema". El PCE muestra su rechazo a "la presión de los clubes, que pretenden impedir el ejercicio del derecho de huelga con prácticas que podrían ser presuntamente inconstitucionales".