El placer de correr

Al margen de las compensaciones económicas, la motivación del campeón español para se guir en la brecha es casi puramente lúdica. "Ahora corro porque gozo, tío. De verdad. Es como un orgasmo. Para mí es como si fuera ballet. Hago lo que quiero, con la moto, cosa que antes no hacía. Digo: vete para aquí, y se va. Ahora, para allá, y lo hace. A esta moto la quiero como'a ninguna. No pa rece tener límite. Y, encima, no se rompe. Cuando la necesito siempre responde. Si me hace falta forzar más e inclinarme aún más, lo hace. Parece como o si nunca se pydiera llegar al límite". Pero Angel Ni...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Al margen de las compensaciones económicas, la motivación del campeón español para se guir en la brecha es casi puramente lúdica. "Ahora corro porque gozo, tío. De verdad. Es como un orgasmo. Para mí es como si fuera ballet. Hago lo que quiero, con la moto, cosa que antes no hacía. Digo: vete para aquí, y se va. Ahora, para allá, y lo hace. A esta moto la quiero como'a ninguna. No pa rece tener límite. Y, encima, no se rompe. Cuando la necesito siempre responde. Si me hace falta forzar más e inclinarme aún más, lo hace. Parece como o si nunca se pydiera llegar al límite". Pero Angel Nieto también es prudente: "Lo que pasa es que es muy peligroso. Porque se va muy deprisa. Por mucha'superioridad que uno pueda tener sobre los demás, como te despistes un poco te ganan. Todos van deprisa. Hasta los que empiezan. Aquí no hay cojos. El mundial está apasionante. Y las motos corren muchísimo más que antes. Fíjate. Por ejemplo, en el circuito del Jarama, con la nueva Derbi de 80cc se hacen mejores tiempos que los, que hacía Agostini con la MV de 500 cc en 1970".

Más información

Archivado En