Investigación sobre la calidad del agua del pantano de San Juan

Un equipo de técnicos de la Comunidad de Madrid está analizando numerosas muestras de agua que han sido recogidas en diversos puntos del pantano de San Juan y en el embalse de Picadas, que abastecen de agua a las localidades de San Martín de Valdeiglesias, Navas del Rey, Chapinería y Colmenar del Arroyo. Los análisis, cuyos resultados definitivos se sabrán aproximadamente dentro de 10 días, intentan clarificar si el agua consumida por los vecinos de dichas localidades es apta para el consumo.La Consejería de Salud y Bienestar Social de la Comunidad de Madrid demostró, mediante una serie de aná...

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Un equipo de técnicos de la Comunidad de Madrid está analizando numerosas muestras de agua que han sido recogidas en diversos puntos del pantano de San Juan y en el embalse de Picadas, que abastecen de agua a las localidades de San Martín de Valdeiglesias, Navas del Rey, Chapinería y Colmenar del Arroyo. Los análisis, cuyos resultados definitivos se sabrán aproximadamente dentro de 10 días, intentan clarificar si el agua consumida por los vecinos de dichas localidades es apta para el consumo.La Consejería de Salud y Bienestar Social de la Comunidad de Madrid demostró, mediante una serie de análisis similares, que el agua consumida en un pueblo cercano, Pelayos de la Presa, no era potable debido al alto grado de partículas contaminantes que portaba.

Concretamente, en el agua se detectó un alto contenido de plomo, de 43 partes por billón, y de hidrocarburos, hasta 25 microgramos por litro.

Juan Ferrada, director de Cooperación Local de la Comunidad de Madrid, acompañado por un equipo de técnicos, visitó ayer el pantano de San Juan y Pelayos de la Presa, donde ratificó que la comunidad tiene presupuestados más de seis millones de pesetas para la construcción de una planta potabilizadora que elimine las impurezas del agua para el consumo.

Las obras comenzarán lo antes posible, aunque aún no está fijada la fecha de inicio. Por su parte, los técnicos recomendaron que la toma de agua que surte al pueblo, situada apenas a dos metros de profundidad en el pantano, descienda al menos a 10 metros, al tiempo que se aleje otros 10 metros de la orilla del pantano.

Estas medidas parciales podrían paliar la contaminación y el mal olor del agua en tanto duren las obras de la potabilizadora.

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