Crítica:El cine pequeña pantalla

'La decente', comedia del úItimo Mihura

Se dedicó Miguel Mihura en la última etapa de su carrera a confeccionar comedias que animaran al público burgués que lo consumía. Olvidó para ello el lejano espíritu de su disconformidad escribiendo textos que entretuvieran a sus consumidores más seguros. De entre estos últimos originales cabe destacar La decente, aunque sólo fuera porque sus intenciones fueron entonces las de escribir una comedia anglosajona que no repitiera los moldes habituales del teatro burgués de consumo. Sin estar a la altura de su mejor teatro, La decente logró suficiente éxito como para ser adaptada al c...

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Se dedicó Miguel Mihura en la última etapa de su carrera a confeccionar comedias que animaran al público burgués que lo consumía. Olvidó para ello el lejano espíritu de su disconformidad escribiendo textos que entretuvieran a sus consumidores más seguros. De entre estos últimos originales cabe destacar La decente, aunque sólo fuera porque sus intenciones fueron entonces las de escribir una comedia anglosajona que no repitiera los moldes habituales del teatro burgués de consumo. Sin estar a la altura de su mejor teatro, La decente logró suficiente éxito como para ser adaptada al cine de la mano de José Luis Sáenz de Heredia. No estaba este director entonces en condiciones de expresar su poética personal, y optaba, por lo tanto, por inspirarse en textos ajenos que le aportaran el éxito que sus ideas no podían merecer. Logró, sin embargo, una comedia insólita en el cine español de aquel año que se dedicaba, preferentemente, a vulgaridades.Sáenz de Heredia, alejado del erotismo que protagonizaba la incipiente apertura que autorizaba la censura, decidió ilustrarse en un texto previamente avalado por el teatro. No se equivocó si su película se contempla con la mediocridad que protagonizaba el resto de la producción española de aquella fecha, pero podría ser discutible si su trabajo sirviera de comparación con otras comedias extranjeras que, mucho antes, habían penetrado agudamente en las contradicciones de la alta burguesía.

Ni Mihura ni Sáenz de Heredia tuvieron entonces intenciones más complejas de las que toleraban las circunstancias pero, uno en el teatro y otro, más tarde, en el cine lograron un entretenimiento que hoy aún puede sorprender a quienes tengan en cuenta la vulgaridad ambiental en que surgió la película. Quizás por eso no tuvo demasiado éxito, aunque en su reparto figuraran actores tan notables como Alfredo Landa, José Luis López Vázquez y Concha Velasco.

Hoy puede destacare por su frescura en los diálogos y por, quizás, su situaciones, de misterio: una pretensión, al menos, que no ambicionaban las comedietas de turno, más atentas al éxito fácil que al retrato de la absurda burguesía que se denunciaba: La decente fue un juego que no afectaba a nadie pero que podía divertir a la mayor parte de los espectadores de teatro.

La decente se emite hoy a las 22:00 horas por la primera cadena.

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