Los controles 'antidoping',, otra razón del boicoteo, según 'Time'

La severidad de los controles antidoping en los próximos Juegos Olímpicos de Los Ángeles sería una de las razones de la inasistenia soviética, según un artículo de la revista Time de esta semana. "Ciertos médicos estiman que el miedo a un control positivo puede haber contribuido a la decisión de la URSS de boicotear los Juegos", se sefiala en el trabajo, dedicado a los efectos de las drogas prohibidas por el Comité Olímpico Internacional, a los medios de detectarlas y a las operaciones de control.La URSS nunca adujo para su inasistencia a Los Ángeles la raz n del control...

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La severidad de los controles antidoping en los próximos Juegos Olímpicos de Los Ángeles sería una de las razones de la inasistenia soviética, según un artículo de la revista Time de esta semana. "Ciertos médicos estiman que el miedo a un control positivo puede haber contribuido a la decisión de la URSS de boicotear los Juegos", se sefiala en el trabajo, dedicado a los efectos de las drogas prohibidas por el Comité Olímpico Internacional, a los medios de detectarlas y a las operaciones de control.La URSS nunca adujo para su inasistencia a Los Ángeles la raz n del control antidoping. Fundamentalmente, se refirió a la seguridad.

Por otro lado, en conferencia de Prensa celebrada en el Foreign Press Center, de Los Ángeles, y en la que intervenían, a través de un circuito cerrado de televisión, periodistas de varias capitales africanas y europeas, el presidente del Comité Organizador de los Juegos, Peter Ueberroth, y el alcalde de Los Angeles, Tom Bradley, contestaron a las preguntas que se les hacían desde Kinshasa, Lagos y Abiyán, así como desde Londres, París y Roma. Tras las relativas a los temas generales del boicoteo subyacía una cuestión que, a última hora, podría desencadenar una deserción masiva de estos países. Los africanos quisieran que, al igual que la URSS hizo en 1980 con los que no se sumaron al boicoteo declarado por la Administración Carter, el Gobierno estadounidense se hiciera cargo de sus facturas.

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Peter Ueberroth se escabulló como pudo, explicando que el presupuesto de los Juegos, sufragado por la iniciativa privada, no es más que un 5% de los 9.000 millones de dólares -más de un billón de pesetas- que los soviéticos admiten haberse gastado en Moscú.

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