Gente

Avner Ziz, profesor de

Psicología de la universidad de Tel Aviv y presidente del Primer Congreso Internacional de Humor Judío, afirma que la costumbre judía de hacer chistes sobre los propios desastres se debe a su humor autocrítico y autodefensivo. Otros sesudos asistentes al coloquio, que ha reunido a psicólogos, antropólogos, psiquiatras y artistas de todo el mundo, se debaten en la duda sobre si esta tendencia a reírse de sí mismos es una señal de narcisismo y autoconfianza o encierra, por el contrario, ciertas veleidades masoquistas. En lo que son unánimes es en considerar que los descendientes de las 12 tribus...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Psicología de la universidad de Tel Aviv y presidente del Primer Congreso Internacional de Humor Judío, afirma que la costumbre judía de hacer chistes sobre los propios desastres se debe a su humor autocrítico y autodefensivo. Otros sesudos asistentes al coloquio, que ha reunido a psicólogos, antropólogos, psiquiatras y artistas de todo el mundo, se debaten en la duda sobre si esta tendencia a reírse de sí mismos es una señal de narcisismo y autoconfianza o encierra, por el contrario, ciertas veleidades masoquistas. En lo que son unánimes es en considerar que los descendientes de las 12 tribus de Israel deben sentirse dichosos de su capacidad de reírse, aunque sea de sí mismos. Por si fuera pequeño el mérito, reírse tiene además varias ventajas: en una carcajada se ponen en funcionamiento 32 músculos, y la experiencia demuestra que el buen humor acelera la curación de los enfermos.

Archivado En