Chris Evert sólo necesitó 39 minutos para convertirse en finalista de Roland Carros

Los casi 13.500 espectadores que pagaron entre 100 y 140 francos (entre unas 1.800 y 2.600 pesetas) para ver ayer las dos semifinales femeninas y las dos semifinales de los dobles masculinos se tuvieron que conformar con 39 minutos de presencia en la pista, que no partido, de las norteamericanas Chris Evert y Camille Benjamin. No hubo partido porque Benjamin, de 17 años, se perdió en la pista central nada más pisarla, y fue derrotada por un doble 6-0. Todo lo demás quedó aplazado. Chris hizo su trabajo en el tiempo justo para no verse perturbada por la lluvia que, pese a los pronósticos erróne...

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Los casi 13.500 espectadores que pagaron entre 100 y 140 francos (entre unas 1.800 y 2.600 pesetas) para ver ayer las dos semifinales femeninas y las dos semifinales de los dobles masculinos se tuvieron que conformar con 39 minutos de presencia en la pista, que no partido, de las norteamericanas Chris Evert y Camille Benjamin. No hubo partido porque Benjamin, de 17 años, se perdió en la pista central nada más pisarla, y fue derrotada por un doble 6-0. Todo lo demás quedó aplazado. Chris hizo su trabajo en el tiempo justo para no verse perturbada por la lluvia que, pese a los pronósticos erróneos que la meteorología francesa sigue dando, no cesó de caer.

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Fue el día más soso de Roland Garros. Ha llovido prácticamente todos los días -pese a los meteorólogos- pero Chris Evert y Camille Benjamín dejaron al público con un mal sabor de boca que la lluvia se encargó de aumentar. No hubo tenis. Chris sabía lo que se jugaba y Camille fue derrotada por sus nervios adolescentes. Lanzó todas las bolas fuera de la pista. Chris ganó porque se limitó a mantener su concentración y la bola en pista. "No sentí lástima de Camille", dijo luego Chris, que luce un nuevo peinado after-punk. "Soy una profesional y salgo a ganar. No puedo pararme a pensar en los sentimientos de mi rival". Camille, que recibirá el título de enseñanza media cuando regrese a Estados Unidos, estaba triste: "No puedo jugar peor". A su lado estaba su padre, profesor de matemáticas y que ejerce también como su entrenador. "El chispeo de la lluvia me molestaba porque empañaba mis gafas, pero ésa no ha sido la razón de mi derrota". Chris Evert se presenta en la final con un historial extraordinario, pero con pocas posibilidades de éxito. Si vence en la final del sábado, Chris se llevará su sexto triunfo de Roland Garros, un récord. Chris Evert lleva ganados 51 partidos en Roland Garros, otro récord. Hay más. La actual campeona ha disputado 220 torneos a lo largo de su carrera y ha ganado 129. Ha disputado 1.056 partidos, ha vencido en 963 y ha perdido en 93.Pero si es Martina Navratilova su rival en la final, Chris lo tiene muy difícil. Martina la ha derrotado en los últimos 10 partidos, aunque Chris lleva ventaja de 7-1 en tierra batida. Navratilova no tiene un historial tan impresionante. Ha jugado 225 torneos y ha ganado 90. Ha disputado 924 partidos, con 789 victorias y 135 derrotas. Martina, sin embargo, aspira a lograr en París un Grand Slam descafeinado, cosa que Chris no ha conseguido nunca. Martina debe ganar hoy a la checa Hanna Mandlikova -que ejerció como recogepelotas de Navratilova en su Checoslovaquia natal- y a Chris Evert en la final, que no será transmitida por RTVE por considerarla "sin interés".

Los hombres, Igualados

Las dos semifinales masculinas de hoy son, según las estadísticas, muy igualadas. John McEnroe es, teóricamente, el favorito. Ha ganado en sus últimos 41 partidos y le faltan únicamente siete para igualar el récord del argentino Guillermo Vilas en 1977. McEnroe, con 25 años, parece tener más fondo físico que Jimmy Connors, con 31 años. Ambos están igualados a triunfos.Se han enfrentado 24 veces y cada uno ha ganado en 12 ocasiones. Connors ha vencido en las tres únicas veces en que se han enfrentado sobre la tierra batida, pero era la americana, mucha más rápida que la europea y, además, el último partido sobre esta superficie lo jugaron en 1979. Compañeros en el equipo norteamericano de Copa Davis, han cedido un set cada uno en este Roland Garros. Connors lo perdió ante Martín Jaite en dieciseisavos y McEnroe ante Higueras en octavos" de final.Wilander y Lendl pueden aburrir mucho más. Ninguno de los dos sabe jugar un tenis espectacular, y esperan más el error del rival que los golpes ganadores propios. Wilander parece tenerlo mejor. Pese a que están igualados a victorias -cuatro cada uno-, Wilander domina por 2-1 en tierra batida. Ganó a Lendl en Roland Garros en 1982 y en Barcelona en el mismo año. Dos semanas atrás en Düsseldorf -una pista más rápida- Lendl se impuso. Wilander llega a su tercera semifinal consecutiva. En 1982 se convirtió en el ganador más joven de un torneo del Grand Slam -con 17 años- y el año pasado perdió en la final ante el francés Noah.

Lendl llegó a la final en 1981, pero perdió en el quinto set por 6-4 ante el sueco Bjorn Borg. Lendl, que parece haber recuperado la paciencia perdida en la tierra batida, aún no ha ganado nunca un torneo del Grand Slam, pese a sus 24 años. Tiene fama de desmoralizarse y dejarse dominar por el miedo en los partidos decisivos.

Falta saber, claro, si estas seinifinales podrán jugarse o si la lluvia aparecerá de nuevo. Los meteorólogos franceses hacen temer lo peor. Anuncian que un anticiclón se desplaza hacia Francia y que durante el fin de semana habrán temperaturas veraniegas y un sol espléndido.

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