'Razzia un proyecto de espectáculo

José Antonio de la Loma es un director ambicioso. Aunque ha tratado diversos temas y picotea do tanto en el género de aventuras como en el bélico (sobre la guerra civil española), el erótico y el, digamos, social, siempre se ha movido en términos de gran espectáculo, emulando aquel cine norteamericano de los cincuenta y sesenta que, independientemente de lo que narrara, ofrecía los adjetivos del sensacionalismo, que tanto importa a cierto público. Pero quizás este director no tiene el dominio narrativo que, por ejemplo, Antonio Isasi, cuyos esfuerzos han obtenido mayor repercusión internaciona...

José Antonio de la Loma es un director ambicioso. Aunque ha tratado diversos temas y picotea do tanto en el género de aventuras como en el bélico (sobre la guerra civil española), el erótico y el, digamos, social, siempre se ha movido en términos de gran espectáculo, emulando aquel cine norteamericano de los cincuenta y sesenta que, independientemente de lo que narrara, ofrecía los adjetivos del sensacionalismo, que tanto importa a cierto público. Pero quizás este director no tiene el dominio narrativo que, por ejemplo, Antonio Isasi, cuyos esfuerzos han obtenido mayor repercusión internacional (Estambul 65, Las Vegas 500 millones, El perro ... ), dejándose sensibilizar, además, por la visión que la oficialidad ha tenido sobre la compleja realidad española. Con excepción de Perros callejeros, donde aceptó la aportación de los jóvenes delincuentes que interpretaban a los protagonistas, supuso la primera crónica que ofreció el cine español sobre la realidad de esos personajes, el resto de su filmografía, a grosso modo, antes ha sido portavoz de los ganadores que de sus pobres víctimas, es decir, la antípoda del cine de Eloy de la Iglesia (Navajeros, Colegas ... ), que suele pretender servir de portavoz de los perdedores.Es una opción ideológica. En Razzia, el mundo de la droga que De la Loma vislumbró en 1972 no correspondía a la realidad del momento, y hoy, la sordidez de los malvados y la humanidad de sus perseguidores, puede tener características ingenuas. Es más que probable que la censura, de la época no permitiera otra alternativa. Conviene no olvidar pn qué estrechos márgenes se movía el cine español de la época y cuántos proyectos quedaron adulterados o disminuídos por,la indignante miopía histórica de los funcionarios que no querían perder su puesto. Pero también es cierto que este director optaba por consultar los. archivos policiales antes que mover sus cámaras en el mundo al que esos archivos hacían tópica referencia.

Razzia se emite mañana a las 22.00 horas por la segunda cadena.