GENTE

Joan Baez

cantó el pasado domingo en Sevilla y demostró que la sobriedad de su halo no va precisamente paralela a la coreografila que necesita detrás del telón. Además de pedir reserva en dos hoteles a la vez, entre las exigencias del contrato figuraban dos camerinos con llaves, mesas, espejos, luces, sillas y lavabos provistos de 15 toallas, y la siguiente frugal colación, para seis personas: fruta fresca, especialmente plátanos, quesos surtidos suaves, con crakers, pan, galletas, mantequilla y manteca de cacahuete; vegetales, ensalada variada, coliflor, roast beef, pollo, cereales, leche...

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cantó el pasado domingo en Sevilla y demostró que la sobriedad de su halo no va precisamente paralela a la coreografila que necesita detrás del telón. Además de pedir reserva en dos hoteles a la vez, entre las exigencias del contrato figuraban dos camerinos con llaves, mesas, espejos, luces, sillas y lavabos provistos de 15 toallas, y la siguiente frugal colación, para seis personas: fruta fresca, especialmente plátanos, quesos surtidos suaves, con crakers, pan, galletas, mantequilla y manteca de cacahuete; vegetales, ensalada variada, coliflor, roast beef, pollo, cereales, leche y azúcar, dulces, una caja de bebida de cola sin azúcar, zumos de fruta, dos botellas de vino francés (blanco y tinto), té caliente con limón, miel, leche y sopa de vegetales o de pollo.

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