Crítica:

Películas muy entretenidas

Dos películas entretenidas en la programación televisiva del sábado. Por la noche, un filme centrado en una característica aventura de acción e intriga de la popular figura de Philiph Marlowe, el detective privado creado por el novelista Raymond Chandler.El título no puede ser más didáctico: Marlowe, detective muy privado. El director es Paul Bogart y no ha renovado con este filme el género negro norteamericano. Pero la película se sigue bien y no aburre, pese a que el actor James Gardner no da la talla, entre irónica y patética, del personaje de Chandler, ni se ajusta fisicament...

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Dos películas entretenidas en la programación televisiva del sábado. Por la noche, un filme centrado en una característica aventura de acción e intriga de la popular figura de Philiph Marlowe, el detective privado creado por el novelista Raymond Chandler.El título no puede ser más didáctico: Marlowe, detective muy privado. El director es Paul Bogart y no ha renovado con este filme el género negro norteamericano. Pero la película se sigue bien y no aburre, pese a que el actor James Gardner no da la talla, entre irónica y patética, del personaje de Chandler, ni se ajusta fisicamente a las peculiaridades de Marlowe. Ver esta película y olvidarla, es todo uno.

El sello de Thalberg

La otra película del sábado tiene mucho más interés. Su título español es Sucedió en China y tampoco es una obra de gran talla, pero si un buen filme medio del estilo clásico hollywoodense, un típico producto de la Metro Goldwyn Mayer de los años 30, con un Clark Gable en plena forma galanesca, formando aquí el habitual triángulo de los melodramas de aventuras con Walter Pidgeon, y la hermosa Myrna Loy en medio de ambos.

El director del filme es Jack Conway, uno de los grandes puntales de la producción convencional de la Metro, en la época en que aquel rocambolesco estudio-imperio fue gobernado por el zar Irving Thalberg. Sucedió en China, realizada en 1938, es una de sus películas arquetípicas: divertida, perfectamente estructurada, con puesta en escena transparente y eficacísima, ajustada al milímetro a las líneas de de producción diseñadas por Thalberg para la Metro y, desde luego, magníficamente interpretada.

Es del estilo de la que tal vez fue más famosa película de Conway: Fruto dorado, con Clark Gable, Spencer Tracy, Heddy Lamarr y Claudette Colbert. El mismo esquema triangular o cuadrangular, el mismo juego de saga melodramática combinado con estructura de película de aventuras. Los petroleros y madereros de Fruto dorado son en Sucedió en China reporteros de actualidades cinematográficas, expuestos con brillantez a través de la misma estructura accidentada y, sin embargo, de discurrir nítido. Son, en cuanto producciones, magistrales, en las que el talento es más del sistema, del equipo, del estudio, que de su firmante individual.

Sucedió en China se emite hoy a las 16.05 y Marlowe, detective muy privado a las 22.40, ambas por la primera cadena.

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