Joan Aquilera, falto de concentración, fue eliminado del torneo de Roma en tres 'sets'

"Un tropezón no es caída", expresa un dicho popular rioplatense. Nunca más cierto si lo aplicamos al partido perdido ayer por Joan Aguilera en el campeonato internacional de Italia, que se disputa en el Foro Itálico de Roma. El joven tenista catalán, que ascendió como un meteoro en el firmamento tenístico mundial tras sus triunfos en los torneos de Aix-en-Provence y Hamburgo y que, una vez en Roma, derrotó en el partido de presentación a la primera raqueta de España y séptima del mundo, José Higueras, tropezó ayer con el peruano Pablo Arraya, que le venció por 6-2, 2-6 y 6-3, eliminándolo.
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"Un tropezón no es caída", expresa un dicho popular rioplatense. Nunca más cierto si lo aplicamos al partido perdido ayer por Joan Aguilera en el campeonato internacional de Italia, que se disputa en el Foro Itálico de Roma. El joven tenista catalán, que ascendió como un meteoro en el firmamento tenístico mundial tras sus triunfos en los torneos de Aix-en-Provence y Hamburgo y que, una vez en Roma, derrotó en el partido de presentación a la primera raqueta de España y séptima del mundo, José Higueras, tropezó ayer con el peruano Pablo Arraya, que le venció por 6-2, 2-6 y 6-3, eliminándolo.

Ante el peruano, Aguilera comenzó el encuentro de la misma forma que lo había hecho 19 horas antes frente a Higueras: nervioso, desconcentrado e impreciso. Sólo que ante Pepe, después de un 0-3 que parecía sellar su suerte, remontó el resultado adverso y pasó a controlar el encuentro. No pudo hacer lo mismo ayer con Arraya en el primer set, que fue cómodamente dominado por el americano, aunque si en el segundo, en el que Aguilera avasalló en pocos minutos a su rival, rompiéndole en dos ocasiones el servicio y trabajando cuidadosamente sus tantos y golpes, que colocaban la pelota casi sobre la misma línea.Cuando comenzó el tercer y último set, todo pareció ponerse en favor del español, que rompió el saque de Arraya, pero el peruano lo recuperó inmediatamente, colocando el 1-1 en el marcador. Aguilera demostraría que estaba dispuesto a ganar de nuevo y volvió a apuntarse el juego sobre el saque de su rival. Y fue en ese momento, precisamente, cuando Aguilera volvió a perder concentración y, pese a sus continuas miradas a Lluís Bruguera, no volvió a encontrarla. Arraya se dio cuenta y apretó de firme, despegándose con facilidad.

"La presión de las circunstancias le ha afectado demasiado", explicó Lluís Bruguera. "No es que tuviera mala suerte; físicamente, estaba bien, pero acusó nervios y poca concentración" añadió. "No se puede ganar siempre", comentó Aguilera. "Pablo jugó mejor que yo y de modo incómodo para mí", dijo.

Ayer fueron eliminados: Wilander, que perdió con Cancelotti por 3-6 y 0-6; Arias, con Panatta por 6-4, 6-7 y 5-7; Sundstroem, ante Pérez por 5-7, 6-4 y 0-6; Edberg, frente a Freeman por 2-6 y 2-6, y Leconte, contra Ocleppo por 4-6 y 46.

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