Los médicos intentan salvar la pierna derecha de Tormo

EMILIO PÉREZ DE ROZAS / IGNACIO LEWIN El piloto motociclista español Ricardo Tormo, dos veces campeón del mundo de la categoría de 50cc, seguramente no podrá volver a correr nunca más como consecuencia de las gravísimas heridas sufridas en su accidente de la tarde del pasado martes. Ricardo Tormo chocó contra un coche a más de 160 kilómetros por hora cuando probaba su moto de carreras por una calle del polígono industrial de Can Roca, en la localidad barcelonesa de Martorelles, donde se encuentra la fábrica Derbi.

Los mecánicos que intentaban cerrar las calles de acceso al improvisado c...

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EMILIO PÉREZ DE ROZAS / IGNACIO LEWIN El piloto motociclista español Ricardo Tormo, dos veces campeón del mundo de la categoría de 50cc, seguramente no podrá volver a correr nunca más como consecuencia de las gravísimas heridas sufridas en su accidente de la tarde del pasado martes. Ricardo Tormo chocó contra un coche a más de 160 kilómetros por hora cuando probaba su moto de carreras por una calle del polígono industrial de Can Roca, en la localidad barcelonesa de Martorelles, donde se encuentra la fábrica Derbi.

Los mecánicos que intentaban cerrar las calles de acceso al improvisado circuito no pudieron impedir el paso del coche de una joven de 19 años, que, después de convertir en stop un simple y borroso ceda el paso, reemprendió la marcha justo en el instante en que aparecía Tormo, que se estrelló con su pequeña Derbi de 80cc.Los doctores Fisas, Collado y Sobregrau intervinieron al piloto, por espacio de casi ocho horas, durante la madrugada de ayer, en uno de los quirófanos del centro de Traumatología y Rehabilitación de la residencia sanitaria de la Seguridad Social del Valle Hebrón. Los médicos, que de no haberse tratado de un deportista, quizás hubiesen amputado su pierna derecha, decidieron realizar una intervención poco común y muy delicada, llevando a cabo una "reparación de los vasos femorales" de esa misma pierna, en la que el piloto sufre múltiples fracturas, algunas de ellas abiertas. Tormo también sufre fracturas en los dos brazos y en la pierna izquierda, así como parálisis del nervio ciático, lo que le impide moverse en la cama. Los doctores no piensan pronunciarse en torno a la posibilidad de amputar la pierna dañada hasta dentro de ocho días.

Breve reconstrucción

Ricardo Tormo acudió a la fábrica Derbi sin ánimo de probar la moto con la que debería correr el Gran Premio de España de Motocilismo el próximo día 6 de mayo. La cita estaba prevista para el día siguiente, pero el piloto valenciano llegó un día antes. Paco Tombas, el hombre que hizo las Derbi que le dieron los primeros títulos mundiales a Ángel Nieto, y que a hora trabaja en las nuevas motos de la fábrica catalana, había introducido ciertas modificaciones en el motor tras los fallos de la primera carrera puntuable para el Mundial, disputada en Misano, donde la moto de Tormo gripó. Con Tormo en Mollet, lo mejor sería hacer unas pruebas sobre el terreno, pensaron todos.

Lo más rápido y más sencillo era acudir al polígono industrial próximo a la fábrica, donde tantas veces se han realizado experimentos de estas características. Se trata de una zona de calles poco con curridas, aunque abiertas al tráfico normal, con una larga recta Habitantes y trabajadores de aquella zona suelen pasar por esas calles para evitar el semáforo que existe en el cruce de la BV-5.001 y la B-500, hacia la que se dirigía precisamente el automóvil que colisionó con Tormo. Para convertirla en un improvisado circuito, como tantas otras veces, unos cuantos mecánicos se apostaron en los cruces para tratar de impedir el paso de los posibles coches que pretendieran cruzar.

Eso hicieron con uno de ellos. Pero, mientras trataban de convencer al conductor para que esperase a que terminasen las pruebas, llegó otro coche, un Simca 1.200 conducido por una joven de 19 años. Al llegar a ese punto, la joven sólo vio un coche parado y unos jóvenes mal trajeados -eran los mecánicos con sus trajes de faena- que hablaban con el conductor y que, cuando ella ya estaba casi a su altura, le hicieron unas señas para que parara. La joven, ante las señas de unos desconocidos de aspecto dudoso, en una zona muy poco concurrida y después de las ocho de la tardé, no dudó en seguir su camino. Instantes, después se produjo el terrible choque. Cuando se estrelló contra el automóvil, Ricardo Tormo rodaba, después de superar una señal de preferencia y otra que limitaba la velocidad a 50 kms / h, con la sexta velocidad engranada en su caja de cambios, probablemente a más de 160 kilómetros por hora. Tormo intentó driblar al coche, pero colisionó con su parte delantera izquierda, saliendo despedido. La joven, que acababa de recoger a su padre en una fábrica de Montmeló donde trabaja, iba acompañada de éste y de su hermano de 12 años. El Simca 1200 no sufrió daños espectaculares.

Múltiples heridos

El choque fue terrible. La Derbi se partió en tres trozos, yendo a parar el primero a 15 metros del lugar del choque y los otros dos, junto al cuerpo del piloto valenciano, a 30 metros del lugar, entre la acera y la maleza. Tormo recorrió varias decenas de metros con su cuerpo casi destrozado. Los doctores tuvieron gravísimos problemas para limpiar las múltiples heridas que había en el cuerpo del piloto. Si no fuera por un rápido e improvisado torniquete que le aplicaron sobre la marcha, y por el apresurado traslado a un hospital el bravo piloto valenciano podría haber muerto allí mismo.

El accidente ha conmocionado el mundo de la moto. Algunos ex pilotos de Derbi -entre los que se encontraba Jaime Alguersuari, Benjamín Grau, Angel Nieto...-manifestaron ayer a EL PAIS que "en ese polígono nos hemos caído todos cuando probábamos las máquinas". Fuentes próximas al piloto valenciano, después de reconocer la imprudencia del estilo Derbi, comentaron que "esnecesario que Cataluña cuente con un circuito permanente, porque, tal vez, de existir no hubiese pasado esto". Jaime Alguersuari, amigo personal y editor de la revista Sólo Moto, fue una de las pocas personas que accedieron a la habitación del piloto, después de que despertara de la anestesia. "Estaba muy aturdido", comentó Alguersuari a este periódico.

Tormo es consciente de su gravedad y cada vez que entra un médico a su habitación teme lo peor, ya que una de las cosas que realiza el doctor es apretarle los dedos de su pie derecho, para comprobar si todavía goza de sensibilidad. Los familiares del piloto se enteraron del accidente a las cuatro de la madrugada de ayer y acudieron rápidamente al centro hospitalario. Conchita, su esposa, cumple ya el séptimo mes de embarazo del que debe ser su segundo hijo.

Fuentes de la fábrica de Mollet indicaron que "el ayuntamiento sabe que realizamos pruebas en el polígono y, cuando podemos, les pedimos que nos envíen algunos municipales". Lo cierto es que, el pasado martes por la tarde, nadie creyó necesaria su presencia, ya que, al parecer, todo se improvisó en segundos "por necesidad imperiosa de probar la moto", según declaró Josep Fidel Guiu, alto ejecutivo de Derbi.

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