El italiano De Ángelis sale en primera posición
El italiano Elio De Ángelis, primer piloto de la escudería británica Lotus -cuyos coches son impulsados con motores Renault-, ocupará la primera posición de la parrilla de salida del Gran Premio de Brasil de Fórmula 1, según informan las agencias de Prensa. La prueba, que abre la presente temporada, se disputa hoy a partir de las seis de la tarde (hora peninsular). Junto a De Ángelis, en la primera fila, estará el reciente fichaje de Ferrari, el también italiano Michele Alboreto. La segunda fila se formará con el británico Derek Warwick, que cubrió la baja de Alain Prost en la escudería Renaul...
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El italiano Elio De Ángelis, primer piloto de la escudería británica Lotus -cuyos coches son impulsados con motores Renault-, ocupará la primera posición de la parrilla de salida del Gran Premio de Brasil de Fórmula 1, según informan las agencias de Prensa. La prueba, que abre la presente temporada, se disputa hoy a partir de las seis de la tarde (hora peninsular). Junto a De Ángelis, en la primera fila, estará el reciente fichaje de Ferrari, el también italiano Michele Alboreto. La segunda fila se formará con el británico Derek Warwick, que cubrió la baja de Alain Prost en la escudería Renault, y por el propio Prost (McLaren). Mansell (Lotus-Renault) y Lauda (McLaren) estarán detrás.La carrera de hoy será la primera que se dispute con la nueva reglamentación. La Federación Internacional (FISA), para evitar el peligro de incendio, prohibió para esta temporada los repostajes a mitad de carrera. Asimismo, el nuevo reglamento limita el volumen de los depósitos de gasolina a sólo 220 litros, por lo que algunas escuderías han estado estudiando secretamente algunos trucos para aumentar la cantidad de gasolina con el mismo volumen de depósitos de combustible.
En esas condiciones, los pilotos tendrán que mantener una conducción que no fuerce el consumo de sus motores, para que el coche no se quede sin gasolina antes de terminar la carrera. Los técnicos de las diferentes escuderías intentarán el difícil equilibrio entre la carga de los turbocompresores, que aumenta la potencia y la prestaciones de sus respectivos motores, y el superior consumo de combustible que ello conlleva.