Tranquilo, Lou

El entrenador del equipo olímpico de Estados Unidos, Lou Vairo, no las tiene todas consigo. En 1980 su selección derrotó a la URS S y consiguió la medalla de oro de los Juegos Olímpicos de Lake Placid. En Sarajevo, la selección de EEUU no ha obtenido metal alguno. Lou Vairo hace días declaró: "Algunos de mis jugadores tienen miedo de volver a casa". La preocupación de los jugadores de Lou Vairo es una consecuencia del exarcerbado nacionalismo promovido por las cadenas de televisión de EE UU y, más concretamente, por los anunciantes, que utilizan estos sentimientos para atraer más espectadores....

El entrenador del equipo olímpico de Estados Unidos, Lou Vairo, no las tiene todas consigo. En 1980 su selección derrotó a la URS S y consiguió la medalla de oro de los Juegos Olímpicos de Lake Placid. En Sarajevo, la selección de EEUU no ha obtenido metal alguno. Lou Vairo hace días declaró: "Algunos de mis jugadores tienen miedo de volver a casa". La preocupación de los jugadores de Lou Vairo es una consecuencia del exarcerbado nacionalismo promovido por las cadenas de televisión de EE UU y, más concretamente, por los anunciantes, que utilizan estos sentimientos para atraer más espectadores.Estos sentimientos nacionalistas por los triunfos deportivos serían más comprensibles en naciones con problemas políticos o económicos. La derrota en el Mundial-82 de fútbol distrajo a Brasil de sus problemas económicos; el triunfo de Argentina en el Mundial-78, puso una nube de olvido en la represión de Videla. Cuando en 1968, los tanques soviéticos invadieron Checoslovaquia, en las paredes de Praga aparecían con frecuencia dos números: 5-4. Era la victoria del equipo checo de hockey sobre el de la URSS.

Pero en la Quinta Avenida nadie se manifiesta por la pérdida de una medalla. Lou puede volver a casa tranquilo.