La 'vieja guardia' quiere frenar a los recién llegados al partido

Para tener acceso a la elección en cualquiera de los órganos políticos de carácter nacional, regional y provincial de Alianza Popular (AP), se precisará un período previo de afiliación de un año, según una enmienda aprobada ayer en la ponencia de Estatutos del partido aliancista. La aprobación de este texto -195 votos a favor, 180 en contra y nueve abstenciones-, presentado por los compromisarios de Valladolid, sorprendió e irritó a los dirigentes del partido, que dirigirán, sus esfuerzos a que no prospere definitivamente en el pleno de hoy.La rebelión de la vieja guardia, que quie...

Para tener acceso a la elección en cualquiera de los órganos políticos de carácter nacional, regional y provincial de Alianza Popular (AP), se precisará un período previo de afiliación de un año, según una enmienda aprobada ayer en la ponencia de Estatutos del partido aliancista. La aprobación de este texto -195 votos a favor, 180 en contra y nueve abstenciones-, presentado por los compromisarios de Valladolid, sorprendió e irritó a los dirigentes del partido, que dirigirán, sus esfuerzos a que no prospere definitivamente en el pleno de hoy.La rebelión de la vieja guardia, que quiere evitar que se cumpla el viejo adagio de que "de fuera vendrán los que de casa me echarán", tiene una segunda fase: aquel período de militancia debe aplicarse también para poder ser candidato a las elecciones locales, autonómicas o nacionales. Es la segunda enmienda fue derrotada -175 a favor, 231 en contra y cuatro, abstenciones-, pero con el suficiente, apoyo para que pueda ser defendida en el pleno de hoy. En esta ocasión la mesa presidencial no se dejó sorprender. Fue una de las poquísimas ocasiones en las que Manuel Fraga y Jorge Verstrynge dieron ejemplo y votaron. Ambas enmiendas admiten axcepciones, "por razones de carácter extraordinario" aprobadas por la junta directiva o el comité electoral correspondientes, en mayoría de dos tercios.

Fue aquélla la única enmienda aprobada en contra de los deseos de la dirección del partido, aunque el ponente -Juan Ramón Calero- aceptó varias de ellas: en particular la que sustituye el sistema de listas cerradas por las abiertas en la elección de compromisarios y la supresión de un párrafo de la exposición de motivos -"Han pasado los tiempos en que la sociedad ,española se agrupaba en adhesiones a personas"-, dando la razón a un enmendante que temía que podía interpretarse "retorcidamente, como si pretendiéramos discutir la autoridad de Fraga".

Las enmiendas más significativas aludían a la necesidad de democratizar el partido. En particular intentando restar poderes a la comisión electoral nacional, que tiene capacidad para modificar las propuestas de candidaturas de los órganos inferiores -"existe el peligro de que aquélla potencie sólo a determinadas personas, potenciales caciques en las provincia?, dijo un enmendante-, pero fueron derrotadas. No fue admitida a trámite una enmienda que pretehdía introducir un régimen de incompatibilidades entre cargos Políticos y cargos electos.