Pepe Gan

Conservador de la mejor filmoteca taurina del mundo

Durante más de 40 años, José H. Gan ha reunido la mejor filmoteca taurina del mundo, desde películas de principios de siglo hasta cortos filmados por él mismo. Ha proyectado su material en infinidad de peñas taurinas y dentro de poco se venderán en vídeo. Pero ahora, precisamente cuando más popularidad ha alcanzado, Gan avisa de las dificultades que encuentra para trabajar y de los peligros que amenazan a su colección. Teme que, si no recibe una ayuda oficial, su obra pueda perecer.

Pepe Gan enciende su proyector, baja las luces y da marcha atrás a la fiesta brava. Si, como dijo Orson W...

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Durante más de 40 años, José H. Gan ha reunido la mejor filmoteca taurina del mundo, desde películas de principios de siglo hasta cortos filmados por él mismo. Ha proyectado su material en infinidad de peñas taurinas y dentro de poco se venderán en vídeo. Pero ahora, precisamente cuando más popularidad ha alcanzado, Gan avisa de las dificultades que encuentra para trabajar y de los peligros que amenazan a su colección. Teme que, si no recibe una ayuda oficial, su obra pueda perecer.

Pepe Gan enciende su proyector, baja las luces y da marcha atrás a la fiesta brava. Si, como dijo Orson Welles, "el cine es una cinta de sueños", las películas taurinas de este bajito cordobés son un río de recuerdos.Mira: ahí está Joselito el día de su alternativa en 1912; apenas tiene 16 años, es un crío. ¡Con qué toros se enfrentó! Largos, musculosos, astifinos, embisten con fiereza contra los caballos sin peto, los derriban y destripan. Se caen los varilargueros con estrépito y acuden prestos los diestros para quitar. En la misma película se ve el entierro de Joselito tras la mortal cornada de Talavera, media Sevilla acudió al cementerio. En otra pelicula, Joselito, Belmonte y Gaona torean en Madrid.

Pero, ¿qué es esto? Hay claros en el tendido. ¿Dónde están todos esos aficionados que "empeñaban el colchón para ir a los toros"? Y mucho trasteo por la cara, mucho toreo por alto. ¿Dónde están esas seis verónicas sin enmendarse de Belmonte? Si es que se dieron, estarán en otra película perdida.

Pepe Gan lleva más de 40 años reuniendo este material. Después de la guerra se estableció en Madrid como productor y director de cine documental y pronto se dedicó casi por entero a la fiesta nacional: compró cintas antiguas y empezó a rodar las suyas propias. Siguió a Manolete, un vecino y compañero de colegio de Córdoba. Actualmente proporciona muchas películas a las televisiones de América, en parte porque apenas existe otro material: la filmoteca taurina de RTVE es más bien nula -"lo poco que tienen, lo tiran" y No-Do solía rodar trozos muy cortos.

Gan, de 67 años, también vende cortometrajes, en súper 8, 16 y 35 milímetros. En Antoñete, un torero excepcional se ven momentos cumbres de la carrera del madrileño. Algunas secuencias de Rafael de Paula y su toreo de capa van a cámara lenta, con una música celestial. Gan ha proyectado sus películas en la Escuela Taurina de Madrid y ha visitado decenas de peñas en España y Francia. Tiene más de 50 condecoraciones, y hace pocos días llegó a un acuerdo para el lanzamiento en vídeo de una serie de películas monográficas.

Pero a pesar de su reconocido éxito, Pepe Gan está insatisfecho. "Mi filmoteca taurina es la mejor del mundo", dice, "pero está en peligro".

Parte de su material -almacenado en una casa de labor en el campo- está rodado sobre el antiguo soporte, altamente combustible, y Gan simplemente no posee las importantes cantidades de dinero necesarias para pasarlo a la moderna película de seguridad. Es de señalar que en los últimos años se han perdido verdaderos tesoros cinematográficos en incendios en Francia, Valencia y México. "Lo que realmente hace falta es una subvención oficial", dice Gan.

También arremete contra Manuel Chopera, empresario de la plaza de Madrid. "Hace un par de años, me planteó una serie de exigencias profesionales y comerciales que me prohiben filmar allí", dice Gan. "Pero yo no estoy quitando dinero a nadie. Al revés: estoy estimulando la afición".

Y si la autoridad no le deja volver a Las Ventas, avisa Gan, dentro poco se habrán perdido importantes documentos del toreo de nuestros días. "Eso pasó con Domingo Ortega", señala. "Hoy apenas existen documentales sobre él o El Estudiante o de la Serna".

Al cabo de horas y horas de hablar sin parar, este hombre dinámico hace una pausa. "Me he cansado de pedir", dice. "Toda mi vida está en estas películas, pero si no se toman las medidas adecuadas, morirán conmigo".

O, como diría Welles, se cortará la cinta de sus sueños.

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