Crítica:El cine en la pequeña pantalla

Crispaciones parlamentarias

El cine está necesitado de espectáculo y sólo algunos viejos vanguardistas se han atrevido a rodar durante 12 horas el Empire State Building o, durante ocho, a un hombre durmiendo. El cine al que estamos habituados pide sucesión de acontecimientos. 'Un parlamento acostumbra a ser un tema soso. La misma televisión duda a la hora de ofrecer en directo determinados debates, al margen de su interés político, porque rinden poco como espectáculo. De ahí que el cine, que puede escoger y recrear, busque más el acontecimiento que la historia cotidiana. La muerte de un presidente (1979), de Jerzy...

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El cine está necesitado de espectáculo y sólo algunos viejos vanguardistas se han atrevido a rodar durante 12 horas el Empire State Building o, durante ocho, a un hombre durmiendo. El cine al que estamos habituados pide sucesión de acontecimientos. 'Un parlamento acostumbra a ser un tema soso. La misma televisión duda a la hora de ofrecer en directo determinados debates, al margen de su interés político, porque rinden poco como espectáculo. De ahí que el cine, que puede escoger y recrear, busque más el acontecimiento que la historia cotidiana. La muerte de un presidente (1979), de Jerzy Kawalerowicz, recurre a una circunstancia crispada, cruenta, en el seno de un parlamento donde conviven mal distintas concepciones de construcción nacional.Estamos muy lejos de, por ejemplo, Faraón, filme que combina una visión distinta, de auténtica ruptura, de lo que fue el imperio egipcio (y las relaciones de poder establecidas en su seno) y un tratamiento que difiere de una manera enriquecedora de los cromos de Hollywood. La muerte del presidente intenta superar el plomo historicista con una planificación dinámica, donde todo se mueve.

La muerte de un presidente se emite hoy a las 20.30 horas por la segunda cadena.

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