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Francisco Echamendi,

el sacerdote navarro que el pasado jueves caso a la cantante Lolita en la iglesia de la Encarnación de Marbella ha declarado a Diario de Navarra que el acto tuvo muy poco de religioso y sí bastante de espectáculo, informa Carmelo C. Ridruejo. Francisco Echamendi -a quien Lola Flores quiso hacerle culpable de lo ocurrido- comenta además que nada más abrise las puertas del templo se ocuparon todos los asientos reservados y había empujones para atrás y para adelante, como en los sanfermines' en el tendido de sol". Y agrega: "aquéllo era una plaza de toros". La mayor pena que ...

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el sacerdote navarro que el pasado jueves caso a la cantante Lolita en la iglesia de la Encarnación de Marbella ha declarado a Diario de Navarra que el acto tuvo muy poco de religioso y sí bastante de espectáculo, informa Carmelo C. Ridruejo. Francisco Echamendi -a quien Lola Flores quiso hacerle culpable de lo ocurrido- comenta además que nada más abrise las puertas del templo se ocuparon todos los asientos reservados y había empujones para atrás y para adelante, como en los sanfermines' en el tendido de sol". Y agrega: "aquéllo era una plaza de toros". La mayor pena que siente el sacerdote navarro, de 54 años de edad, es por Lolita, -que, por cierto- según el párroco no hizo cursillos prematrimoniales aun que sí asistió a tres charlas antes de la boda-, que estaba profundamente apenada "La chiquilla", concluye "había preparado su boda con ilusión y se me echó en cima llorando".

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