Primera semifinal del torneo Villa de Madrid

Atlético de Madrid, presentación y aburrimiento

El Villa de Madrid comenzó con un partido regular en sus inicios y que fue a menos hasta el punto de convertirse en francamente aburrido durante toda su segunda mitad. Ganó el Atlético con un gol protestado por el Valencia, y en el resultado hay que ver el premio al mayor interés que se tomaron los de casa por agradar. Esta noche, Sevilla y Spórting de Gijón disputarán la segunda semifinal.El partido no empezó del todo mal. El Valencia salió tocando el balón con soltura y elegancia, gracias a la presencia de Roberto, Kempes y Subirats en el centro del campo, con el respaldo de César, que se si...

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El Villa de Madrid comenzó con un partido regular en sus inicios y que fue a menos hasta el punto de convertirse en francamente aburrido durante toda su segunda mitad. Ganó el Atlético con un gol protestado por el Valencia, y en el resultado hay que ver el premio al mayor interés que se tomaron los de casa por agradar. Esta noche, Sevilla y Spórting de Gijón disputarán la segunda semifinal.El partido no empezó del todo mal. El Valencia salió tocando el balón con soltura y elegancia, gracias a la presencia de Roberto, Kempes y Subirats en el centro del campo, con el respaldo de César, que se situó como líbero adelantado. Había maneras elegantes en ese juego inicial del Valencia, y sobre todo un cierto respeto al balón, que los tres hombres arriba citados recogían con mimo, acariciaban lo justo y entregaban con suavidad al compañero.

Arriba, enseguida se vio que el Valencia no tenía nada, porque la suma de Idígoras más Gálvez da cero, o al menos dio cero anoche, así que si en ese primer cuarto de hora se vio el equipo de Paquito dueño del campo y del balón, no se le pudo adivinar en ganador, porque era difícil evitar que su airoso fútbol en el medio campo muriera al acercarse al área contraria.

De hecho, en cuanto el Atlético apretó en los marcajes y aceleró el ritmo del partido, se deshizo ese entretejido que construían Kempes, Subirats y Roberto, y el Valencia se evaporó. De él no quedó prácticamente nada. Solo algún disparo lejano de Roberto o alguna galopada de Pablo, que salió demasiado tarde para sustituir a Gálvez. Por lo demás, el Valencia, que presentaba varias novedades o semi novedades, dejó una sensación de vacío, excepción hecha de ese conato de buen fútbol durante el primer cuarto de hora.

¿Y el Atlético? el Atlético salvó algo el espectáculo en la primera parte y nada en la segunda. Ya queda dicho que cuando aceleró el ritmo borró del campo al Valencia y demostró estar, en general, en mejor condición física. Pero su juego tampoco fue para entusiasmar. Funcionó mientras lo hizo Hugo Sánchez, y se vino abajo con el mexicano cuando éste estuvo desacertado, que fue casi toda la segunda parte.

Hugo Sánchez hizo cosas de verdad bonitas en la primera mitad. De sus pies salían balones que siempre levantaban expectativa de gol, y que lanzaban a sus compañeros hacia huecos próximos a la posición de remate. En una devolución suya llegó el gol, en el curso de una jugada en la que había rozado el fuera de juego colocándose por detrás de su marcador, Botubot, pero en la que fue habilitado por Serrat, cuyo despiste de colocación fue definitivo para el resultado final del partido.

Lo malo fue que en la segunda parte Hugo Sánchez estuvo desacertado, y casi todo lo bonito que en la primera salió de sus pies se convirtió en feo. Para el segundo tiempo se había quedado además en la caseta Kempes, de quien siempre se puede esperar algo, así que aquello resultó de un aburrimiento tremendo.

Luis lo vio pronto e intentó animar el partido colocando a Votava y Mínguez en lugar de Landáburu y Rubio, desacertados los dos, para ver si con las ganas de hacerse con el puesto levantaban aquello, pero no pudo ser.

El segundo tiempo se consumió en un bostezo. El Atlético solo lució en un par de desbordes de Pedraza y en una jugada bonito de Hugo, la única en su negado segundo tiempo. Al final, el Valencia intentó crecerse, a favor de la presencia en el campo de Pablo, de quien no se explica que haya podido ceder el puesto a Gálvez, pero ya sin tiempo para conseguir algo más que algún disparo desde las proximidades del área con cierto peligro.

Esta noche, a las 9.30, se juega la segunda semifinal, entre el Sevilla, equipo de fútbol alegre, y el Spórting, que trae como reclamo para el espectáculo a Laurie Cunningham. Es posible que esta noche se vea más fútbol y no sigamos recordando, ya en el primer partido, lo que fue la temporada anterior para el Atlético: puntos, sí; fútbol, no. Que esta noche el Sevilla y el Spórting den, por lo menos, un poco de esperanza para aguantar la temporada 1983-84. Amén.

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