Primeros campeonatos mundiales de atletismo

Marín ya ha ganado 300.000 pesetas

José Marín, sin haber subido al podio todavía -le queda la opción de los 50 kilómetros marcha- ya se ha embolsado 300.000 pesetas. Ésta es la recompensa con que la Federación Española de Atletismo premiará a sus atletas que sean cuartos en los Mundiales. Marín ocupó este puesto en los 20 kilómetros del pasado domingo. La medalla de oro se pagará a 600.000 pesetas; la de plata, a 500.000 y la de bronce, a 400.000. Además habrá 300.000 pesetas para los cuartos, 200.000 para los quintos y 75.000 para los sextos, séptimos y octavos.Para quien no ha habido dinero, en cambio, ha sido para algunos en...

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José Marín, sin haber subido al podio todavía -le queda la opción de los 50 kilómetros marcha- ya se ha embolsado 300.000 pesetas. Ésta es la recompensa con que la Federación Española de Atletismo premiará a sus atletas que sean cuartos en los Mundiales. Marín ocupó este puesto en los 20 kilómetros del pasado domingo. La medalla de oro se pagará a 600.000 pesetas; la de plata, a 500.000 y la de bronce, a 400.000. Además habrá 300.000 pesetas para los cuartos, 200.000 para los quintos y 75.000 para los sextos, séptimos y octavos.Para quien no ha habido dinero, en cambio, ha sido para algunos entrenadores de los atletas que aquí están compitiendo. En la expedición oficial fueron únicamente incluidos los consejeros técnicos de cada grupo de pruebas que, a su vez, son los entrenadores algunos de los atletas seleccionados. Martín Velasco, entrenador de José Luis González, Joaquín Villar, entrenador de Domingo Ramón y Lamora, entrenador de Marín, también vinieron. Pero mientras unos duermen en cama, otro lo tiene que hacer en el suelo. A Villar le enviaron a un colegio donde cada noche tiene que coger su goma espuma y echarse a dormir encima, con la maleta a un lado. Cambiarse a un hotel no es posible. Las plazas hoteleras están totalmente cubiertas.

"Yo no he venido aquí de turismo", dice Joaquín Villar, "que para eso ya estuve en Helsinki hace un mes. En estas condiciones yo no hubiera aceptado venir, porque tampoco tengo libre acceso a la Villa Olímpica para entrenar a Domingo Ramón. Si a la Federación Española se la ha jugado la agencia de viajes, que se entere primero antes de contratar, igual que a los entrenadores nos exigen informes con los más mínimos detalles".

EEUU, sin primos

El atletismo estadounidense no tiene estos problemas. Las primas no existen: los agradecimientos por servicios prestados tampoco. A los atletas no se les podrían pa gar sus medallas porque tal va á ser la cantidad que consigan que las cifras alcanzarían cotas escan dalosas. Ya se recompensa a los mejores con una beca en la Universidad que tenga los más destacados entrenadores de la especialidad en la que el atleta destaque durante la temporada.

Se le da así la oportunidad de convertirse en el mejor del mundo. Luego es el propio atleta el que tiene plena libertad para cotizarse lo mejor que pueda en las grandes reuniones internacionales, aunque los mejores suelen pertenecer a determinadas organizaciones que controlan, casi en exclusiva, los proximos y pasados grandes festivales internacionales.

En Helsinki se han dado cita todos los grandes organizadores de carreras. Permanecen expectantes ante las novedades que puedan surgir para su inmediata contratación. Pero la Villa Olímpica no se ha convertido en un mercado. La oferta y la demanda se realiza de una manera muy discreta, simplemente porque las grandes figuras ya saben donde van a competir en cuanto acaben los Mundiales y los que no pertenecen a la élite tienen prácticamente cerradas las puertas del circo.

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