Triunfo del sector 'crítico', partidario de alejarse del PSOE, en el congreso de la UGT catalana

Justo Domínguez, representante del sector crítico y partidario de que la Unión General de Trabajadores (UGT) mantenga ciertas distancias con el PSOE, fue elegido ayer nuevo secretario general de la UGT de Cataluña con el 51% de votos a favor.

El sexto congreso de la UGT de Cataluña ha supuesto una victoria relativa para los críticos. Si bien han ocupado todos los puestos a elegir en el congreso, ellos mismos han reconocido que si se hubiera presentado a la reelección el anterior secretario general, Valentín Antón, los resultados hubieran sido muy distintos.Antón decidió en la madrugada ...

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Justo Domínguez, representante del sector crítico y partidario de que la Unión General de Trabajadores (UGT) mantenga ciertas distancias con el PSOE, fue elegido ayer nuevo secretario general de la UGT de Cataluña con el 51% de votos a favor.

El sexto congreso de la UGT de Cataluña ha supuesto una victoria relativa para los críticos. Si bien han ocupado todos los puestos a elegir en el congreso, ellos mismos han reconocido que si se hubiera presentado a la reelección el anterior secretario general, Valentín Antón, los resultados hubieran sido muy distintos.Antón decidió en la madrugada del domingo no presentarse a la reelección. El informe sobre la gestión del secretariado saliente fue aprobado, aunque obtuvo un 58% de abstenciones. Antón lo interpretó como un rechazo global a su gestión, y a pesar de que tanto los críticos como incluso el secretario general de la UGT, Nicolás Redondo, intentaron convencerle hasta el último momento de que encabezara una lista de unidad entre ambos sectores, se negó.

La victoria de los críticos empezó a pronosticarse en la mañana de ayer, cuando Antón reiteró su negativa a presentarse y ningún miembro del secretariado saliente se mostró dispuesto a encabezar ninguna lista si en ella no se incluía a Antón. Jesús Armendáriz, secretario de organización saliente, afirmó sentirse "decepcionado y preocupado" por los resultados del congreso.

Fuentes de la federación del metal, que presentó una lista alternativa a los críticos que obtuvo un 35% de los votos, señalaron que "se abre un período difícil para la UGT de Cataluña". Miembros del secretariado saliente afirmaron también que "ésta es la victoria de los resentidos, de los que no obtuvieron ningún cargo público en las listas socialistas".

Justo Domínguez señaló que "no tiene que haber ninguna duda en que vamos a seguir apoyando al proyecto socialista; lo que ahora va a terminar es que las relaciones con el PSOE no pasen por los órganos ejecutivos ugetistas. Vamos a hablar en pie de igualdad con el partido socialista, y estoy seguro que de esta manera nuestras relaciones van a ser aún más fraternales si cabe".

Preguntado sobre la posibilidad de que gran parte de las bases del sindicato mantuvieran una actitud beligerante contra el nuevo secretariado, Domínguez contestó que "si hubiera ganado la otra lista, nosotros no nos hubieramos opuesto". "Espero que ellos hagan lo mismo. Nosotros tenemos una gran voluntad integradora. Hemos de trabajar todos por la UGT", precisó más adelante.

Nicolás Redondo, en su discurso al congreso, manifestó que la ejecutiva confederal de la Unión General de Trabajadores va a seguir la misma política con esta nueva ejecutiva catalana que con las demás: "Nuestra obligación, la de toda la organización y la de todos los afiliados, es apoyar a esta ejecutiva. Nadie va a intentar menoscabar el grado de autonomía de la UGT de Cataluña".

Acoso al Gobierno

Nicolas Redondo se refirió a la actual situación política y económica en España, y afirmó que "tenemos una gran suerte de que el partido hegemónico por voluntad popular sea el socialista, pero existe una coincidencia objetiva y subjetiva entre la derecha y la familia comunista en acosar e intentar derribar al Gobierno socialista, y hemos de pensar que el fracaso de este Gobierno sería el fracaso de la democracia".Más adelante señaló, asimismo, que "Comisiones Obreras está haciendo una doble política: en el sector público tiene una postura terriblemente dura, y en el sector privado es entreguista, incluso llegando al amarillismo en el sector de banca".

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