La final de la Copa del Rey

Marquitos: "El gol de mi hijo, mejor que mis copas de Europa"

, "Yuli, coge la Copa conmigo y vamos tú y yo con ella hasta la grada" le gritaba totalmente fuera de sí Marcos a su amigo y compañero en el Barcelona Julio Alberto, así como lo había sido antes en el Atlético de Madrid. Lo hacía para acercarse al gol de Urruti, que estaba totalmente abarrotado de aficionados barcelonistas y ofrecer, con lágrimas en los ojos y totalmente fuera de sí, el triunfo del Barcelona.Ellos dos habían sido los protagonistas dé la última jugada del partido, y del primer y gran triunfo del Barcelona en esta temporada.. Todo ello había ocurrido en el último minuto. Fue com...

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, "Yuli, coge la Copa conmigo y vamos tú y yo con ella hasta la grada" le gritaba totalmente fuera de sí Marcos a su amigo y compañero en el Barcelona Julio Alberto, así como lo había sido antes en el Atlético de Madrid. Lo hacía para acercarse al gol de Urruti, que estaba totalmente abarrotado de aficionados barcelonistas y ofrecer, con lágrimas en los ojos y totalmente fuera de sí, el triunfo del Barcelona.Ellos dos habían sido los protagonistas dé la última jugada del partido, y del primer y gran triunfo del Barcelona en esta temporada.. Todo ello había ocurrido en el último minuto. Fue como si estuviera en el Atlético de Madrid, pero en esta ocasión era ante miles y miles de seguidores del Barcelona.

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Mientras tanto, en otro ancón del césped, Gerardo todavía se lamentaba, también con lágrimas en los ojos por la emoción del triunfo, de haber cometido el error que propiciara el empate del Madrid. "Se me ha caído el mundo encima y he complicado la vida a mis compañeros". Schuster, en el centro del campo, apretaba con tal fuerza al masajista Angel Mur que el doctor Carles Bestit tuvo que avisarle para que dejara de estrangularle. "Estoy muy contento porque hemos llevado la. tranquilidad al club y tenemos que estar todos satisfechos por esta, conquista". Mientras tanto, Maradona, protagonista de la última semana barcelonista, estrechaba a uno de sus amigos argentinos sobre el mismo centro del campo. "No tengo palabras para expresar lo que siento en estos momentos. Hemos tenido mala suerte en la jugada de Gerardo, pero el Barcelona y esta afición merecía este triunfo".

Ya en el túnel de vestuarios Marquitos, el legendario jugador del Real Madrid que se proclamara en cinco ocasiones campeón de la Copa de Europa, lloraba en un rincón amargamente pasando cinco minutos inadvertido y disfrutando del tanto de su hijo. "Este gol ha significado para mí más que cualquiera de las Copas de Europa que gané con el Madrid. El que mi hijo marque el gol del triunfo es lo más grande que me ha pasado en la vida. Estoy loco, de verdad. Yo, que estoy tan acostumbrado a los triunfos, estoy demasiado emocionado. Ya me puedo morir tranquilo. Si me debía algo, ya me lo ha devuelto". Marcos, nada más salir del vestuario, comentó que "realmente si alguien se merecía ese gol, ese era mi padre y, por supuesto, la afición del Barcelona".

Serenidad madridista

Mientras todo ello sucedía, Zaragoza se convertía en una fiesta donde miles y miles de barcelonistas retrasaban su salida para celebrar ese cabezazo en suspensión del hijo de Marquitos. Fumando uno de sus múltiples cigarrillos,Alfredo Di Stéfano parecía encajar su tercera derrota de la temporada con serenidad. La explicación de "el fútbol es así„ encerraba toda su resignación. "El partido fue parejo. Desperdiciamos bastantes ocasiones. No creo que el gol de Marcos fuera de suerte. Ellos también trabajaron. Lo malo fue que minutos antes de ese tanto Ángel e Isidro habían podido darnos el triunfo a nosotros. La presión ambiental fue muy fuerte y los hombres no realizaron buen partido, pero pusieron garra e ilusión en la lucha. ¿El Barcelona? Bien, como el Real Madrid.. Ahora sólo espero llegar a la cuarta final'".

Pocos momentos después Menotti, totalmente afónico, intentaba explicar la gran victoria teniendo diez micrófonos frente a su boca. "Ha sido muy buen partido. Mi equipo ha jugado un gran partido hasta el accidente -ustedes ya me entienden, el fallo de Gerardo-,accidente que provoca siempre complicaciones. Siento mucho decirlo, sé que es muy duro, todos somos profesionales y trabajamos para un mismo fin, ganar. Pero alguien tenía que perder. Se hizo justicia: Estoy sumamente satisfecho porque hemos respondido a la expectativa que tenía toda Cataluña en nosotros. Nuestro triunfo ha sido consecuencia de nuestro intenso trabajo".

Mientras Menotti daba estas explicaciones, en el vestuario del Barcelona quince jugadores recibían, casi totalmente desnudos, al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y al presidente del Barcelona, que había llorado antes en el palco. La Prensa no tuvo acceso al festejo, como es habitual en el caso del Barcelona, pero quienes estuvieron allí, todos ellos miembros de la junta directiva barcelonista, explicaron que tanto Schuster como Maradona estrecharon la mano del presidente barcelonista. Poco después, Diego y Bernd confesaban que habían aceptado de buen grado la felicitación.

El Barcelona festejó en el hotel Don Yo de Zaragoza el triunfo copero a la una y media, con una cena íntima entre directivos y jugadores y poco después, en olor de multitudes, en el mismo hotel. El equipo barcelonista llegará hoy a Montserrat a las doce del mediodía. El paseo por Barcelona, con visita a la Generalitat, Ayuntamiento e Iglesia de la Merced, patrona de Barcelona, se efectuará mañana a las ocho de la tarde.

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