Crítica:El cine en la pequeña pantalla

De nuevo, 'Pasaporte para Pimlico'

La clave programa otra vez esta película inglesa de 1948. En esta ocasión, es una humorada sobre la autonomía de un barrio que encuentra un documento antiguo por el que se declara su independencia, quiere ilustrar un coloquio sobre "la nueva España autonómica". Probablemente, la ironía del filme no corresponda a la seriedad exigible en el programa. Lo que aisladamente puede tener un interés cinematográfico y divertido sea contraproducente para activar el diálogo de tan de licado tema. O quizás haya sido precisamente voluntad de La clave descargar posibles tensiones con un filme t...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La clave programa otra vez esta película inglesa de 1948. En esta ocasión, es una humorada sobre la autonomía de un barrio que encuentra un documento antiguo por el que se declara su independencia, quiere ilustrar un coloquio sobre "la nueva España autonómica". Probablemente, la ironía del filme no corresponda a la seriedad exigible en el programa. Lo que aisladamente puede tener un interés cinematográfico y divertido sea contraproducente para activar el diálogo de tan de licado tema. O quizás haya sido precisamente voluntad de La clave descargar posibles tensiones con un filme tierno, un tanto pasado de moda, pero bien realizado, que se ríe de cuestiones que los españoles aún no hemos sabído tratar con humor.Dirigida por Henry Cornelius, pertenece a la etapa en que los estudios Ealing propusieron un desenfadado tipo de comedia del que recientemente veíamos en televisión otra notable muestra, Genoveva, también dirigida por Cornelius.

Pasaporte para Pimlico se emite hoy, en La clave en la segunda cadena.

Archivado En