El Atlético superó al Barça en el Palau Blaugrana

El Atlético de Madrid, cuando todavía faltan dos jornadas para que finalice la Liga de balonmano , es el virtual campeón tras vencer por 20-21 al Barcelona, en el Palau Blaugrana, en un partido lleno de emoción, pero carente de buen juego y en el que menudearon los errores arbitrales."Hemos demostrado que la Liga no era cosa de un equipo, y yo pido a los entrenadores españoles que no aspiren al tercer puesto sino al máximo". Juan de Dios Román, técnico del Atlético de Madrid, hizo estas manifestaciones minutos después de saltar a la pista, sudoroso y con los nervios a flor de piel, para fundir...

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El Atlético de Madrid, cuando todavía faltan dos jornadas para que finalice la Liga de balonmano , es el virtual campeón tras vencer por 20-21 al Barcelona, en el Palau Blaugrana, en un partido lleno de emoción, pero carente de buen juego y en el que menudearon los errores arbitrales."Hemos demostrado que la Liga no era cosa de un equipo, y yo pido a los entrenadores españoles que no aspiren al tercer puesto sino al máximo". Juan de Dios Román, técnico del Atlético de Madrid, hizo estas manifestaciones minutos después de saltar a la pista, sudoroso y con los nervios a flor de piel, para fundirse en el abrazo de final del partido con sus hombres. El público que llenó el Palau Blaugrana despidió a los madrileños con pitos, en una actitud poco justa ya que el Atlético de Madrid fue mejor. El Barcelona demostró una vez más no tener el aplomo suficiente para los momentos trascendentales, y de nada valieron las lamentaciones del entrenador blaugrana, Sergi Petit, quejándose de la actuación de los árbitros, aunque después reconociera los errores propios.

Todo estaba a favor del Barça. El Palau Blaugrana era una enorme caja de resonancia y una sauna, y los gritos de "¡Barça, Barça!" comenzaron a dificultar la labor de los comentaristas radiofónicos cuando Rivera inauguró el marcador. Los hombres de Juan de Dios Román no se inmutaron y jugaban dando la impresión de ser autómatas. Cecilio Alonso, uno de los mejores jugadores del balonmano español, ocupaba una posición defensiva que quizá extrañó a algunos, pero fue el eje del maquiavélico planteamiento del técnico rojiblanco que no supo contrarrestar Petit. Cecilio, todavía sin restablecerse de su lesión, no hizo otra cosa que calentarse para el segundo tiempo, y eso no supo aprovecharlo el Barcelona.

El Barça, después de salvar un 2-3 a los diez minutos del encuentro, tomó lo iniciativa y fue por delante en el marcador hasta llegar al descanso con un 11-8, un resultado poco abultado que no hacía otra cosa que poner de manifiesto la efectividad y dureza de ambas defensas.

Juan de Dios Román se jugó el todo por el todo y lanzó a Cecilio Alonso, con su pierna renqueante, al ataque, y el Barça comenzó a perder su homogeneidad como conjunto. Los laterales no daban una a derechas, y el yugoslavo Fejzula luchaba en solitario con la fornida defensa rojiblanca. Fue precisamente Cecilio Alonso el autor del gol que puso el marcador en un emocionante empate a 12 goles. El Palau Blaugrana enmudeció y Sergi Petit dejó de levantarse del banquillo.

A partir de ese momento el Barcelona entró en un profundo bache que no supo superar. Por espacio de diez minutos el Atlético de Madrid fue capaz de conseguir cuatro goles más mientras los barcelonistas marcaban sólo dos. Los nervios hicieron acto de presencia y también afectaron a la pareja arbitral. Los hombres de Sergi Petit cometieron entonces la ingenuidad de protestar decisiones arbitrales, y las exclusiones temporales llovieron sobre un Barça que ya mostraba signos de impotencia.

Los intentos de Uría por frenar a Cecilio Alonso fueron infructuosos, aunque un error defensivo del Atlético fue aprovechado por Cabanas para aportar emoción en el último minuto del encuentro. López León dejó el marcador en 19-21, y el último gol de Melo solamente sirvió para las estadísticas.

El Atlético de Madrid supo estar en la pista en los momentos trascendentales, todo lo contrario del Barça, un equipo estelar que puede quedarse la próxima temporada sin poder participar en ninguna competición europea, porque ambos conjuntos deben enfrentarse en la eliminatoria de la Copa del Rey.

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