Vuelta Ciclista a España

Laguía, líder de la montaña, ganó una etapa llana

José Luis Laguía, actual campeón de España y líder en la clasificación de la montaña de la Vuelta, se impuso al sprint en la décimosexta etapa, disputada entre Valladolid y Salamanca, con 162 kilómetros de recorrido. No hubo cambios en el liderato, que mantiene Julián Gorospe, ni tampoco en los puestos de privilegio, a la espera de las últimas tres etapas, donde vuelve a haber montaña y se presume nuevamente la gran batalla. Hinault no atacó ayer. El francés está muy disgustado con la actitud de una gran parte de los aficionados españoles, que le Increpan a diario y que, como casi llegó a suce...

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José Luis Laguía, actual campeón de España y líder en la clasificación de la montaña de la Vuelta, se impuso al sprint en la décimosexta etapa, disputada entre Valladolid y Salamanca, con 162 kilómetros de recorrido. No hubo cambios en el liderato, que mantiene Julián Gorospe, ni tampoco en los puestos de privilegio, a la espera de las últimas tres etapas, donde vuelve a haber montaña y se presume nuevamente la gran batalla. Hinault no atacó ayer. El francés está muy disgustado con la actitud de una gran parte de los aficionados españoles, que le Increpan a diario y que, como casi llegó a suceder en Valladolid, pueden pasar de la violencia dialéctica a la física.

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Había miedo a la etapa de ayer por parte del Zor de Javier Mínguez y del Reynolds de José Miguel Echávarri. Se temía el trazado completamente llano y, sobre todo, la posibilidad de que apareciera el viento de espaldas, el enemigo número uno de los españoles en esta Vuelta. Sin embargo, la etapa, por una vez, resultó monótona, aburrida, totalmente de transición y sin los ataques de un Bernard Hinault terriblemente afectado por los insultos e incluso amenazas que recibe a diario, justamente desde que se acerca a la línea de salida para firmar el control.Salvo unos intentos de los hombres del Renault francés, muy tímidos esta vez, y con la nota anecdótica de que por la meta volante de Zamora José Antonio Cabrero se despegó del pelotón al que sacó medio minuto, sólo con el deseo de saludar a sus familiares en la ciudad zamorana, la etapa transcurrió a un ritmo muy lento que hizo se llegara a Salamanca con casi una hora de retraso sobre el horario previsto.

Sólo en el kilómetro 140, el Kelme de Carrasco, Mariano Sánchez, lanzó un fuerte ataque, que siguieron Van Calster, Martens y Guerrieri. Este último quedó rezagado en el kilómetro 154, mientras por detrás el eterno Isidro Juárez saltaba una vez más, produciendo un corte en el que se metieron doce hombres, aunque ninguno de ellos de los favoritos. A un kilómetro de la meta, prácticamente se produjo una fusión casi total, pero algunos de los hombres escapados aprovecharon aún los últimos metros para lanzarse en pos del triunfo. José Luis Laguía sorprendió a todos sus rivales, al demarrar desde muy lejos, con un desarrollo muy fuerte, y obtener unos metros de ventaja que supo mantener hasta la línea de llegada. El triunfo del actual campeón de España supone un merecido premio a la desgracia que le ha perseguido en la Vuelta, con dos caídas y un inoportuno pinchazo en etapas en las que podía haberse metido entre los puestos de cabeza.

Nota positiva esta vez fue la organización que las fuerzas de seguridad realizaron en Salamanca en la línea de llegada. Si en días anteriores se ha criticado con dureza la falta de control por parte de unos y otro en la mayoría de ciudades a las que ha llegado la Vuelta, esta vez, los 140 hombres de la compañía de Policía utilizados en Salamanca, realizaron una magnífica labor de control.

Todo queda ahora a expensas de las últimas tres etapas, con tres frentes de ataque que a buen seguro van a producirse: Reynolds Zor, con Pino Alberto Fernández, y el Renault de Hinault.

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