Gonzalo Robles, presidente de las Nuevas Generaciones de AP

El V Congreso de las Nuevas Generaciones de Alianza Popular concluyó ayer por la tarde con la elección de Gonzalo Robles.Entre las conclusiones del Congreso, la rama juvenil de AP pide que se clarifique en el Código Penal la cantidad de droga que se considera destinada al consumo y la que se estima destinada al tráfico. Aboga por la reducción del servicio militar a 10 meses, en régimen de media jornada y en la región de origen.

Se escuda tras una mesa con dos teléfonos, dentro de un despacho del cuarto piso del nuevo edificio de Alianza Popular. Va correctamente peinado, correctamente v...

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El V Congreso de las Nuevas Generaciones de Alianza Popular concluyó ayer por la tarde con la elección de Gonzalo Robles.Entre las conclusiones del Congreso, la rama juvenil de AP pide que se clarifique en el Código Penal la cantidad de droga que se considera destinada al consumo y la que se estima destinada al tráfico. Aboga por la reducción del servicio militar a 10 meses, en régimen de media jornada y en la región de origen.

Se escuda tras una mesa con dos teléfonos, dentro de un despacho del cuarto piso del nuevo edificio de Alianza Popular. Va correctamente peinado, correctamente vestido, ni una estrídencia en el hablar. Gran fluidez de palabra. Cuando se le dice que habla como de libro, que es un ortodoxo, que se expresa igual que sus mayores, parece sorprendido. "Somos las juventudes de la oposición, con el poder que ello supone".

Se llama Gonzalo Robles Orozco y acaba de cumplir 24 años. Lleva cuatro afiliado a AP, y tres ocupando cargos en las juventudes del partido que acaudilla Fraga: presidente de Madrid, secretarío general y, ahora, presidente nacional, sustituyendo a António Martín Beaumont, que ha dado el salto hacia la política.

Robles niega, inicialmente, que la jefatura de Nuevas Generaciones sea un paso hacia otras metas; pero, no mucho después, admite que a sus padres "les costó comprender que me dedicase a la política". Parece haber orientado perfectamente su trayectoria, sin vacilaciones ni equívocos: ha abandonado sus estudios de Medicina, y su objetivo número uno es concluir la carrera de Políticas. Se siente, obviamente, orgulloso de haber ascendido a un despacho en la cuarta planta. Hasta ahora, su sueldo como secretario general era de 74.000 pesetas al mes y a partir de ahora, en la presidencia de NG no tendrá un sueldo fijo, pero sí otras compensaciones económicas.

Sonríe pocas veces, no ha fumado jamás un porro, no comete un solo desliz en sus declaraciones: ¿a quién admira más, Verstrynge o Fraga? A los dos.

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