Crítica:El cine en la pequeña pantalla

'Cuentos de Tokio', presentación de Yasujiro Ozu

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Desde 1970 no se veía en televisión alguna de las películas de Yasujiro Ozu, "el más japonés de los cineastas japoneses", según la definición que recogió Rafael Miret Jorbá en el amplio estudio que Dirigido por... publicó en abril del pasado año. Con la proyección de Cuentos de Tokyo se confirma la intención de los actuales programadores cinematográficos de televisión por ampliar su perspectiva a cinematografías poco habituales para el público español: una obligación que no ha cumplido la pequeña pantalla.El olvido de la obra de Ozu por parte de las pantallas grandes o pequeña, h...

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Desde 1970 no se veía en televisión alguna de las películas de Yasujiro Ozu, "el más japonés de los cineastas japoneses", según la definición que recogió Rafael Miret Jorbá en el amplio estudio que Dirigido por... publicó en abril del pasado año. Con la proyección de Cuentos de Tokyo se confirma la intención de los actuales programadores cinematográficos de televisión por ampliar su perspectiva a cinematografías poco habituales para el público español: una obligación que no ha cumplido la pequeña pantalla.El olvido de la obra de Ozu por parte de las pantallas grandes o pequeña, ha sido prácticamente exclusivo de nuestro país. Desde que en 1963 se celebrara en el festival de Berlín una retrospectiva de su cine, coincidiendo con el año de su fallecimiento, las películas de Yasujiro Ozu han sido plato frecuente de otros festivales (en el de Valladolid de 1979, por ejemplo, se exhibió buena parte de su obra), de televisiones y cinematecas; una obligada referencia para entender la estética de un cine que, como el japonés, está lejos de la tradición narrativa del cine norteamericano de consumo, aunque fuera curiosamente en Estados Unidos el único país occidental donde su cine fue proyectado en vida del autor.

Un clásico del cine japonés

Hemos tenido más oportunidad para conocer las películas de los otros dos clásicos del cine nipón, Akira Kurosawa y Kenji Mizoguchi; de éste último, por ejemplo, se han mostrado recientemente en televisión española tres de sus más famosas obras; Kurosawa, por su parte, ha sido reivindicado por Hollywood donde allí filmó Kagemusha, incluso ganadora del oscar a la mejor película extranjera. Son autores diferentes a Ozu en varios aspectos aunque a este se le considere con frecuencia el padre artístico de Mizoguchi.Que Ozu se interese más por la vida contemporánea que por la medieval, es ya un buen dato diferenciador. Ello no le obliga, sin embargo, a acercarse con más devoción a estilos occidentales. Permanece en su cultura y a ella se remite, fundamentalmente cuando analiza el enfrentamiento entre las mentalidades de jóvenes y viejos, tema central de la película que hoy se emite en televisión. Para Ozu, ferviente continuador de las tradiciones, no son perversas las influencias extranjeras siempre que no devoren la cultura local. La necesidad de matizar escrupulosamente este planteamiento es una de las fuentes de su exquisita sensibilidad.

Breve revisión

Viaje a Tokyo o Una historia de Tokyo data de 1953 y ocupa el lugar cuarenta y cinco en la filmografía del autor, que llegó a firmar 53 películas, la última un año antes de morir, cuando tenía 60 años. En ella, como en el conjunto de su obra, Ozu opta por una narrativa de montaje, de menor ceremonia que la pausada estética de otros cineastas japoneses. Gana con ello capacidad de síntesis. Cualquier dato innecesario es eliminado porque para Ozu, desde el principio de sus películas, los personajes se sitúan en unos decorados precisos, de similar importancia a la de ellos ("El interior es lo único que le interesa, el interior de las casas, el interior de los individuos", escribió Claude Jean Philippe en Dossiers du Cinema). El cuidado que presta a la composición del plano es producto de su seguridad en la capacidad informativa de la imagen.En la película de hoy, excelentemente elegida para inaugurar una breve revisión del cine de Ozu, que entrecortadamente programará televisión en futuros meses, se sitúa ese conflicto típico entre dos generaciones. Un matrimonio de ancianos decide visitar a sus hijos, dispersos en la gran ciudad. El enfrentamiento entre las edades es aquí también el enfrentamiento entre dos culturas, aunque también existan otros elementos dramáticos tal como encuentra Miret Jorbá al decir que Viaje a Tokyo es una "nueva reflexión sobre la soledad y la vejez".

Reafirmándolo el mismo crítico considera más adelante que "pocas películas (incluídas las de los cineastas más devastadores del universo familiar: Buñuel, Fassbinder, Chabrol) han sabido expresar con mayor precisión la soterrada crueldad lantente en las relaciones cotidianas".

Viaje a Tokio se emite hoy a las 21.45 horas por la segunda cadena.

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