Crítica:VISTO / OÍDO

Dar publicidad a los 'oscars'

Hollywood hace mal en quejarse. Aunque no esté de acuerdo con las medidas que limitan la exhibición de sus películas en España, sabe cómo compensarlo. Y TVE les ayuda. Hace unos días, por ejemplo, vimos un programa especial, emitido a hora punta, en el que se regaló a los españoles una buena ración de spots publicitarios de las películas norteamericanas candidatas a los oscars de 1982. No eran las premiadas, sino sólo las candidatas. Las noticias de Hollywood, pues, antes de que se produzcan.Un texto redicho, que no se molestaba en informar por encima del tópico, daba pie a la pr...

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Hollywood hace mal en quejarse. Aunque no esté de acuerdo con las medidas que limitan la exhibición de sus películas en España, sabe cómo compensarlo. Y TVE les ayuda. Hace unos días, por ejemplo, vimos un programa especial, emitido a hora punta, en el que se regaló a los españoles una buena ración de spots publicitarios de las películas norteamericanas candidatas a los oscars de 1982. No eran las premiadas, sino sólo las candidatas. Las noticias de Hollywood, pues, antes de que se produzcan.Un texto redicho, que no se molestaba en informar por encima del tópico, daba pie a la promoción de los filmes que ahora se muestran en las carteleras españolas. Inconsistente fue la referencia a los títulos que optan, junto a Volver a empezar, de José Luis Garci, al oscar a la mejor película extranjera.

Ello se puede deducir comparando este extraordinario programa preoscar con el emitido hace dos semanas -ya tarde-, en Producción española, sobre el Oso de Oro obtenido por La Colmena en Berlín. Nada se nos dijo entonces del auténtico festival, de las películas que compitieron con la de Camus, del ambiente, de la recepción del premio, de la ubicación del stand español; entrevistas a una sex symbol arrepentida y el triste estreno de una discutible coproducción española y algunas postales de calles berlinesas robaron el tiempo de la noticia.

Los oscars norteamericanos, cuya importancia real depende del espacio publicitario que se les otorgue, tiene mejor trato en la televisión del Estado. Incluso José Luis Garci, razonable detractor, el pasado año, del abuso informativo de los medios españoles respecto a los oscars, ha servido en esta ocasión como protagonista de la confusa ceremonia organizada por parte del equipo de Informe Semanal.

Garci daba cuenta de su estancia en Los Ángeles, donde, inteligentemente, se está promocionando este año la película española. Un 50% de posibilidades considera el autor que tiene Volver a empezar de obtener el oscar ha sido adquirida por la Fox para su distribución americana; las referencias que hace la película a la Universidad de Berkcley y a la música de Cole Porter son bien recibidas por el jurado; la suposición de que toca premiar a un filme hablado en español y el tono ternurista de la película de Garci son, a su juicio, buenos pasos para el éxito. Se podría haber añadido en el programa que, por vez primera, la Dirección General de Cine ha facilitado una subvención especial para promocionar al candidato español... Fue muy corto y chato el tiempo concedido a Garci, que, además, debía comentar los oscars propiamente americanos, opinando incluso sobre sus intenciones políticas: Oficial y caballero es, digamos, de derechas, pero Desaparecido demuestra la fuerte autocrítica de que son capaces en los EE UU, esquematizó, más o menos.

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