Estudiantes no inquietó al Barça

El Barcelona visitó, por tercera y última vez, Madrid en esta Liga, encontrándose a un Estudiantes que, aunque no puso en peligro en ningún momento la victoria blaugrana, ofreció una resistencia muy superior a la esperada.

La entrega del Estudiantes fue la principal virtud que mostró el equipo madrileño, siguiendo la línea de las últimas jornadas en las que obtiene buenos resultados, a pesar de que el espectáculo sólo sea mediocre. El Barcelona, por su parte, no causó una buena impresión entre los aficionados. Exhibió importantes lagunas en su juego, que careció de una buena direcci...

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El Barcelona visitó, por tercera y última vez, Madrid en esta Liga, encontrándose a un Estudiantes que, aunque no puso en peligro en ningún momento la victoria blaugrana, ofreció una resistencia muy superior a la esperada.

La entrega del Estudiantes fue la principal virtud que mostró el equipo madrileño, siguiendo la línea de las últimas jornadas en las que obtiene buenos resultados, a pesar de que el espectáculo sólo sea mediocre. El Barcelona, por su parte, no causó una buena impresión entre los aficionados. Exhibió importantes lagunas en su juego, que careció de una buena dirección, tanto por parte de Solozábal, como por la de Costa, que se turnaron sin éxito en el puesto de base.

Este hecho se acentuó en los últimos cinco minutos del partido, cuando los catalanes, aunque aventajaban por diez puntos a los colegiales, se dedicaron a retener el bálón, hasta casi agotar el límite de los treinta segundos, provocando las iras en las gradas. Ambos conjuntos plantearon una defensa zonal durante los cuarenta minutos. La iniciativa correspondió siempre a los visitantes, pero el Estudiantes derrochó energía y no permitió que el Barcelona obtuviese una ventaja importante hasta el minuto 13 (26-36). Al descanso se llegó con ventaja del equipo catalán por 44-54.

En el segundo tiempo, tras unos minutos de igualdad en el juego, y mientras las distancias se mantenían idénticas en el marcador, el Barcelona obtuvo veinte puntos de diferencia, que parecían insalvables. No obstante, un bache en el juego barcelonista fue aprovechado por el Estudiantes para colocarse de nuevo a diez puntos en el minuto 35 (81-91).

A partir de entonces, el Barga jugó a conservar, sin importarle consumir los treinta segundos.

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