Crítica:El cine en la pequeña pantalla

Oscuro, más que negro

Los jóvenes directores franceses de la nouvelle vague decidieron. considerar al veterano Jean-Pierre Melville como su clásico preferido. No en vano, este director sentía, como ellos, una profunda admiración por el cine norteamericano. Incluso trató de imitarlo en películas como El silencio de un hombre que hoy se emite. Al igual que en el cine negro, es decir, el género de gansters y policías, ladrones y cierto suspense, Melville narró los. oscuros mundos del hampa aunque, también como la mayoría de sus equivalentes norteamericanos, defendíendo con claridad a los re...

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Los jóvenes directores franceses de la nouvelle vague decidieron. considerar al veterano Jean-Pierre Melville como su clásico preferido. No en vano, este director sentía, como ellos, una profunda admiración por el cine norteamericano. Incluso trató de imitarlo en películas como El silencio de un hombre que hoy se emite. Al igual que en el cine negro, es decir, el género de gansters y policías, ladrones y cierto suspense, Melville narró los. oscuros mundos del hampa aunque, también como la mayoría de sus equivalentes norteamericanos, defendíendo con claridad a los representantes del orden. A sú condición de director cinematográfico, Melville sumó durante algunos años de su vida la de censor.La admiración de Melville por la cultura del otro país comienza incluso por su propio seudónimo, ya que cambió su apellido para rendir homenaje al escritor de Moby Dick, y se prolonga en la segunda mitad de su filmografía, por otra parte muy breve: sólo trece películas en veinticinco años. Melville falleció en 1973. Alain Delón se encontraba en el mejor momento de su carrera cuando Melville le propuso rodar esta película, cuyo título original es El samourai. También. el actor quiso emular algunos tics de sus colegas estadounidenses, pero sin encontrar la impronta que inspiraba la labor de éstos. Quedó Delon demasiado hierático. Con una frialdad superficial, al dar vida al personaje de un asesino a sueldo, hermético y solitarío, que se enfrenta a la vez a sus jefes y a los policías que le persiguen. Jean-Pierre Melville quisó tratar esta historieta, no muy original, en un tono que respetara las leyes del género yanqui aunqtie incluyéndole una cierta parsimonia que el cine culto europeo había hecho popular.

El silencio de un hombre se emite hoy, a las 22.30 horas, por la primera cadena.

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