Entrevista:

En el congreso extraordinario de UCD, Landelino Lavilla defenderá una opción de centro diferenciada de AP

Pregunta. La convocatoria de un congreso extraordinario, ¿era la única salida al agravamiento de la crisis de UCD tras el desastre electoral?Respuesta. Para mí, no había ninguna duda de que para tratar de solucionar los problemas planteados en el partido yo debía proponer al ejecutivo de UCD la celebración del congreso extraordinario. En una situación de este tipo, cualquier pretensión seria de reencauzar el partido requería pasar por ese congreso, en el que se constituyan nuevos órganos que reciban la nueva y plena legitímidad. Un congreso en el que deseo se manifiesten y se afront...

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Pregunta. La convocatoria de un congreso extraordinario, ¿era la única salida al agravamiento de la crisis de UCD tras el desastre electoral?Respuesta. Para mí, no había ninguna duda de que para tratar de solucionar los problemas planteados en el partido yo debía proponer al ejecutivo de UCD la celebración del congreso extraordinario. En una situación de este tipo, cualquier pretensión seria de reencauzar el partido requería pasar por ese congreso, en el que se constituyan nuevos órganos que reciban la nueva y plena legitímidad. Un congreso en el que deseo se manifiesten y se afronten con claridad y sinceridad las distintas alternativas u orientaciones que pueda haber en el partido. Un Congreso en el que debe producirse un proceso de clarificacion, de definición de la identidad del partido, la estrategia a seguir en el futuro y de su organización en una situación nueva. Ello implica, en definitiva, el corresponsabilizar a todo el partido.

Esa proposición la hice a la ejecutiva después de hacer un amplio planteamiento sobre el presente y el futuro previsible del partido, a través de varias hipótesis y posibilidades.

P. ¿Puede refirse a ellas?

R. Entre las posibilidades que yo planteé estaban: la afirmación de UCD en sus propios términos para tratar de capear el temporal; mantenimiento de UCD en sus términos actuales, buscando una especie de cobijo temporal en otras fuerzas políticas, a la espera de acontecimientos; o disolución del partido, no como solución, sino como salida a una falta de solución. Dije que, en ningún caso, yo protagonizaría cualquiera de esas tres posibilidades, y planteé una cuarta vía, que veo como más posible y conveniente, que es la reconversión del partido.

P. Expuso usted entonces lo que va a ser el planteamiento que defenderá en el congreso extraordinario.

R. Yo planteé que es necesario el mantenimiento de una opción y una estrategia de centro. Señalé como función específica del centro el orientarse hacia el reequilibrio del sistema de partidos, impidiendo que cuaje en el futuro un sistema político con un partido hegemónico. Ello obliga a construir la opción alternativa real al PSOE.

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En cuanto a la estrategia que yo expuse como más deseable para esa opción alternativa, señalé la oposición crítica al PSOE y la diferenciación de lo que vaya a ser la oposición de la gran derecha conservadora. Les hablé de la necesaria disposición a la cooperación selectiva sobre algunos temas entre las fuerzas y de una articulación especial respecto de las fuerzas políticas que se configuran o definan como centristas y ocupen el espacio de centro.

Con respecto a la identidad ideológica, la cuestión no está tanto en la modificación sustancial de los principios básicos existentes, que definen una ideología de síntesis, como en introducir una referencia respecto de algunas de las estirpes políticas que funcionan en Europa Occidental, y en ese sentido me referí al Partido Popular Europeo, concebido para los países de la Comunidad Económica Europea. Creo que se trata de una formulación modernizada de lo que históricamente fue la democracia cristiana, y aunque sus componentes básicos sean esos, hay también componentes que no son democristianos.

Luego de adoptado un nuevo planteamiento, debe procederse a una decantación final del partido, un proceso muy claro de renovación de estructuras, personas y comportamientos y hábitos (referida a la acción parlamentaria y extraparlamentaria) y un plan interno de reorganización, reordenación y austeridad. P. ¿Condicionará usted la presentación de su candidatura a la reelección como presidente a que se acepten sus tesis en el congreso?

R. Mi criterio personal es que la orientación que debe seguir mi partido debe ser la que he expuesto o estar en esa línea. Yo me siento en condiciones de presidir un partido que se sitúe en esa línea. Si la voluntad es otra, se tendrá que buscar otro equipo dirigente distinto del que yo pueda formar.

P. ¿Que hará usted en caso de que sus tesis sean derrotadas y otro grupo controle los órganos de dirección?

R. Yo pondría mi escaño a disposición de los nuevos órganos y me iría, como suele decirse, a la base del partido.

P. Se presume que sus tesis encontrarán una seria oposición en el amplio sector de UCD que pretende el acercamiento, a Alianza Popular?

R. Quiero provocar que los planteamientos diferenciados que puedan existir en el partido respecto a cómo y por dónde ha de conducirse el mismo, se manifiesten, se debatan y diriman democráticamente en el congreso. Sé que en UCD hay muchos que tienen tendencia al acercamiento con Alianza Popular, del mismo modo que hay muchos también que tienen exactamente la tendencia contraria y la mantienen con rigidez.

P. ¿Cómo contempla usted una posible coalición con Alianza Popular de cara a las elecciones municipales? Se insiste en la inevitabilidad del proceso de desplazamiento de UCD hacia el partido de Fraga.

R. Creo que, con respecto a este tema, se ha realizado una transposición conceptual; es decir, se cree que UCD está pendiente de un movimiento estratégico. Se está creando la idea de que, si UCD hace una coalición con AP, ello significa que se ha desplazado a la derecha. Eso hay que aclararlo. No es lo mismo la identidad de un partido que su estrategia. Con partidos con identidad muy definida, como es AP, cualquier movimiento de coalición se puede producir sin necesidad de que se vea afectada la identidad de uno. Puede tratarse de un movimiento al servicio exclusivo de unos objetivos determinados y en un momento determinado. Me preocupa, y por ello hay que hacer definiciones claras en el Congreso, que todos los focos sobre UCD estén puestos en torno exclusivamente al movimiento estratégico que pueda realizar, como si de él dependiera la propia identidad y la existencia del partido.

Con respecto a la posibilidad de una eventual coalición con AP para las elecciones municipales, debo decir que yo, en principio, no estoy cerrado a ningún movimiento estratégico de tipo electoral, máxime de cara a ese tipo de elecciones en las que se juega con un cierto grado de flexibilidad.

Además, tengo mis dudas personales de que, en una estrategia de ese tipo, tendente a una coalición para las municipales con AP, fuera yo la persona más adecuada para servirla en estos momentos. Un partido debe tener flexiblemente abiertas sus posibilidades estratégicas. Lo que pasa es que tiene que ser consecuente y hacer creíbles los movimientos en función de quién los patrocina o quién los dirige. De producirse esa coalición, y sí el partido está dirigido por mí, ello no implicará en ningún caso un desplazamiento o acercamiento progresivo a Alianza Popular. Yo no me veo protagonizando una operación de desplazamiento hacia la derecha conservadora.

P. ¿Considera usted deseable para UCD esa especial articulación con los Partidos que se definan como centristas a la que ha hecho referencia?

R. Creo que el partido debería estar abierto de un modo especial a articularse con aquellas opciones políticas que operan en el ámbito de centro o aspiran a operar en él. Esa articulación es lógica. La presencia de un centro dividido ha sido muy negativa en las elecciones. Eso puede ser hoy una articulación, pero tiene un horizonte conducente a una opción electoral única de centro. Y no hablo de refundiciones.

P. ¿Cómo valora el rumor según el cual los diputados centristas gallegos estarían dispuestos a constituir un partido autónomo regionalista?

R. Ellos mismos me han llamado para decirme que no es cierto, que no tienen ese proyecto. Cuando hablé con ellos, me hablaron de una autonomía de la organización regional gallega, y a mí no me parece mal la concepción regionalizada del partido.

P. Existe la creencia bastante generalizada de que el mayor problema con que se enfrenta hoy la UCD es el económico, y se apuntan cifras de deuda que oscilan entre los 6.000 y 10.000 millones de pesetas.

R. Desmiento que existan esas cifras astronómicas de deudas. Son mucho menores. No voy a manejar cifras, pero puedo decir que, en comparación con otras campañas electorales, lo que nos queda por pagar es menor.

P. ¿Tiene ya decidido UCD lo que votará en la investidura de Felipe González?

R. Puedo asegurar que ni siquiera hemos tratado este tema. No es verdad, por tanto, que esté acordada la abstención, como se ha dicho.

P. ¿Descarta usted el voto negativo?

R. No.

P. Y ¿el voto positivo?

R. Sí.

P. Bajo su punto de vista, ¿qué oposición debe hacer UCD al PSOE?

R. Una oposición crítica, la propia de un partido centrista, pero claramente diferenciada de la que haga AP. Ello no descarta, como planteé a la ejecutiva, posibles colaboraciones selectivas con todas las fuerzas políticas del espectro parlamentario.

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