Los ingresos de la televisión privada paralizan el fútbol americano

Los estadios americanos están desiertos desde hace cinco semanas veintiocho propietarios de clubes y 1.500 jugadores de fútbol americano mantienen firmemente sus posiciones. Sus diferencias son de miles de millones de pesetas, de unos 25.000. Los futbolistas, unos deportistas que ganan al año entre doscientos y trescientos millones de pesetas, quieren el 55% de los ingresos que los clubes perciben de las cadenas de televisión por la retransmisión de los partidos.

Al igual que sucedió en la huelga de futbolistas en España, todos se atribuyen el protagonismo del espectáculo, los aficiona...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Los estadios americanos están desiertos desde hace cinco semanas veintiocho propietarios de clubes y 1.500 jugadores de fútbol americano mantienen firmemente sus posiciones. Sus diferencias son de miles de millones de pesetas, de unos 25.000. Los futbolistas, unos deportistas que ganan al año entre doscientos y trescientos millones de pesetas, quieren el 55% de los ingresos que los clubes perciben de las cadenas de televisión por la retransmisión de los partidos.

Al igual que sucedió en la huelga de futbolistas en España, todos se atribuyen el protagonismo del espectáculo, los aficionados, los clubes y los jugadores. Todos dicen que sin ellos el fútbol no existiría y la afición cuestiona el derecho a la huelga de los jugadores. Pero, verdaderamente, el fútbol en estas dimensiones sólo existe gracias a las cadenas de televisión. Y las cadenas de televisión son ahora el origen del conflicto. Los contratos de televisión con los 28 clubes que juegan la NFL (Liga Nacional de Fútbol) ascienden a unos 50.000 millones de pesetas al año. Las cadenas privadas no escatiman el dinero para retransmitir el mejor fútbol. Sólo este espectáculo, por encima del béisbol, consigue la máxima audiencia.Los americanos sobreviven como pueden a la abstinencia de fútbol. El primer fin de semana fue duro. Acostumbrados a pasar la tarde del domingo frente al televisor, no les quedó otro remedio a los aficionados que cambiar de actividad. Las amas de casa lo agradecieron y en general toda la familia, que pasearon por el campo, fueron de compras o, simplemente, se dedicaron al bricolage.

Otros organizaron un picnic y una protesta frente a los estadios vacíos. La huelga también movilizó a los propietarios de las cadenas de televisión, en un intento de no perder audiencia. Unas cadenas resolvieron la huelga con la misión de partidos de la Liga canadiense, otras recordaron los grandes partidos. Pero no es lo mismo. El público abandona el televisor. El fenómeno ocupó la primera página de los diarios y revistas más sesudos del país.

Negociaciones

Por primera vez en 63 años, la Liga NFL fue suspendida en el mes de septiembre y continúa suspendida. En este tiempo, las conversaciones entre las partes en conflicto no dieron resultado. La mediación de un funcionario federal, que prometió encerrar a los huelguistas en una habitación hasta que hubiera un acuerdo, también fracasó. En este tiempo, un juez se descolgó con unas manifestaciones en favor de la postura de los futbolistas.Los jugadores americanos de la NFL, que ganan unos 200 millones de pesetas al año, quieren el 55% de los ingresos que perciben los propietarios de los clubes por la retransmisión de los partidos, los futbolistas piden este dinero (miles de millones de pesetas) en concepto de derechos de imagen. Además exigen que los clubes paguen más según la antigüedad del jugador.

La Asociación de Clubes respondió que en una sociedad de libre comercio sus jugadores deben cobrar según los merecimientos y no por los años de servicio, como si fueran funcionarios. De los derechos de imagen, ni hablar. La cesión de este porcentaje en favor de la Asociación de Jugadores de la NFL obligaría a cambiar la organización del deporte en Estados Unidos. Momentáneamente dejaría en la bancarrota a los clubes, ya que estos ingresos son infinitamente superiores a los de taquillaje. La larga huelga ya suma pérdidas de miles de millones de pesetas. Por cada semana sin fútbol, los propietarios de los 28 equipos de la NFL dejan de ingresar 3.000 millones de pesetas (2.000 en concepto de televisión y 1.000 por taquilla).

Los 1.500 jugadores en huelga también pierden. Unos 1.000 millones de pesetas en salados, ya que es norma cobrar 700.000 pesetas el día posterior a cada partido.

En la primera semana, los 14 municipios donde se tenían que jugar los partidos perdieron más de 210 millones de pesetas cada uno, en concepto de impuestos, parking, alquiler de estadios y servicios públicos de transporte. Los concesionarios para la venta de salchichas, bebidas, programas y recuerdos, más de 210 millones de pesetas. Se estima que cada aficionado que acude al estadio gasta unas 300 pesetas en estas cosas. El sector de hostelería perdió 2.800.

Unas 15.000 personas se quedaron sin su trabajo dominical. Son los electricistas, acomodadores, guardias de seguridad y personal de los parking, con salarios que oscilan entre 1.500 y 10.000 pesetas.

Deportes beneficiados

La huelga del fútbol, el primer deporte del país, ha beneficiado al béisbol, el segundo, al baloncesto y al hockey sobre hielo, que es la última furia. Las cadenas de televisión han ampliado el tiempo dedicado al béisbol, que de esta forma recupera las preferencias del aficionado. Los jugadores de béisbol también tuvieron su huelga, y duró dos meses. En, este casó los propietarios de los clubes querían reforzar el derecho de retención.Hasta entonces, los jugadores que llevaban cinco años con el mismo equipo tenían la libertad de fichar por el club que le hiciera la mejor oferta. Un tercio de la Liga se perdió hasta que la asociación de jugadores y la de propietarios, que no esgrimió el argumento de la libertad de mercado, llegaron a un acuerdo. El derecho de retención pasó de los cinco a los siete años.

La causa de la huelga del béisbol, el derecho de retención, la del fútbol y, remotamente, el derecho a la imagen, son aspectos ya tocados por la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).

Archivado En