Crítica:Ópera en Televisión

El magisterio de Böhm al frente de 'Così fan tutte'

La versión de hoy de Cos fan tutte, ópera en dos actos de Wolfgang Amadeus Mozart, es una ópera-filme, que cuenta con un reparto de excepción, bajo la batuta de Karl Böhm, uno de los más grandes especialistas en Mozart que hayan existido, al frente de la Orquesta Filarmónica de Viena.La soprano Gundula Janowitz, la mezzo-soprano Christa Ludwig, el tenor Luigi Alva y el barítono Hermann Prey son los principales intérpretes de la obra. Todo un conjunto de primeras figuras que difícilmente podríamos ver juntos en un escenario operístico.

Luigi Alva -un tenore di grazia...

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La versión de hoy de Cos fan tutte, ópera en dos actos de Wolfgang Amadeus Mozart, es una ópera-filme, que cuenta con un reparto de excepción, bajo la batuta de Karl Böhm, uno de los más grandes especialistas en Mozart que hayan existido, al frente de la Orquesta Filarmónica de Viena.La soprano Gundula Janowitz, la mezzo-soprano Christa Ludwig, el tenor Luigi Alva y el barítono Hermann Prey son los principales intérpretes de la obra. Todo un conjunto de primeras figuras que difícilmente podríamos ver juntos en un escenario operístico.

Luigi Alva -un tenore di grazia como quedan pocos-, al igual que Hermann Prey, son conocidos ya por los telespectadores gracias a sus apariciones en programas anteriores. El primero fue el conde Almaviva en El barbero de Sevilla, de Rossini, y el segundo representó el papel de Fígaro en la misma ópera e idéntico personaje en Las bodas de Fígaro, de Mozart. Esta última ópera fue dirigida también por Karl Böhm.

Così fan tutte, ossía la scuola degli amanti (Así actúan todas, o la escuela de-amantes), fue estrenada en Viena en 1790, es decir, un año antes de la muerte del compositor, desaparecido a los 35 años, en plena madurez artística. Eran años de penuria económica para un Mozart aquejado por la enfermedad, la incomprensión la envidia y la rivalidad de compositores de la época.

A pesar de estas circunstancias adversas aplicó su genio a una obra alegre y frívola. De un argumento endeble, dramáticamente hablando, Mozart fue capaz de extraer unas páginas musicales de una belleza pocas veces igualada.

Carece, sin embargo, de la profundidad y del carácter provocador de obras suyas como Las bodas de Fígaro o Don Juan sin hablar de su obra maestra por antonomasia, La flauta mágica, en la que Mozart inserta un humanismo de corte masón.

El libreto, como en Don Juan y Las bodas de Fígaro, es de Lorenzo da Ponte, que recibió el encargo de escribirlo del emperador José II y está basado en un hecho real ocurrido en Trieste. El emperador, simpatizante con las ideas racionalistas de la masonería de la época, fue protector de Mozart, afiliado a las logias de Viena. El compositor aceptó poner música a la obra, rechazando previamente ofertas de trabajo más ventajosas del emperador Federico Guillermo II de Prusia.

El argumento se desarrolla en la Nápoles del siglo XVIII. Don Alfonso, un cínico y rico solterón, apuesta con dos oficiales que sus novias no les serán fieles, "así actúan todas", cuando ellos marchen fuera. Siguiendo las instrucciones de don Alfonso, ambos fingen su partida y reaparecen disfrazados de ricos nobles albaneses que se dedican a seducir a las dos jóvenes, cosa que logran.

Es el triunfo de la simulación. Los dos oficiales han perdido la apuesta, están decepcionados por la infidelidad de sus parejas, pero la obra termina con la reconciliación general. Es, pues, un libreto trivial al que Mozart agrega cierto tono de amargura y sarcasmo.

Così fan tutte se emite hoy, a las 20.45, por la segunda cadena de TV.

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