GENTE

Miguel C.,

un niño madrileño de seis meses de edad, fue bautizado con aguarrás el pasado sábado en una iglesia madrileña de la calle de Concha Espina. El niño se halla fuera de peligro. El singular bautizo obedeció a un error originado al mezclar una religiosa el agua bendita sobrante de un bautizo anterior con el aguarrás contenido en una botella reservada habitualmente al agua bautismal. Como quiera que el templo había estado de obras hacía algún tiempo, un pintor utilizó la citada botella para rellenarla, a su vez, con el aguarrás sobrante de su faena. Al poco de la ceremonia en la que por error se ut...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

un niño madrileño de seis meses de edad, fue bautizado con aguarrás el pasado sábado en una iglesia madrileña de la calle de Concha Espina. El niño se halla fuera de peligro. El singular bautizo obedeció a un error originado al mezclar una religiosa el agua bendita sobrante de un bautizo anterior con el aguarrás contenido en una botella reservada habitualmente al agua bautismal. Como quiera que el templo había estado de obras hacía algún tiempo, un pintor utilizó la citada botella para rellenarla, a su vez, con el aguarrás sobrante de su faena. Al poco de la ceremonia en la que por error se utilizó el aguarrás, la madre de Miguel se alarmó por la irritación que observó en los ojos y en la espalda del pequeño.

Archivado En