El 28 de octubre, elecciones generales

El partido de Garrigues renuncia a presentarse a las elecciones tras la ruptura del pacto con UCD

El Partido Demócrata Liberal, que dirige Antonio Garrigues, renunció anoche a presentarse a las elecciones tras la ruptura del pacto a que había llegado con UCD. La decisión se adoptó minutos antes de la medianoche, hora límite para la presentación de candidaturas, tras unas horas de vacilación en que los hombres de Garrigues pasaron desde el optimismo) de anunciar una presentación en solitario hasta la retirada final. La firme resistencia de los presidentes. provinciales centristas de la Rioja y Murcia -vinculados a Martín Villa- a admitir que dos hombres del Partido Demócrata Liberal encabez...

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El Partido Demócrata Liberal, que dirige Antonio Garrigues, renunció anoche a presentarse a las elecciones tras la ruptura del pacto a que había llegado con UCD. La decisión se adoptó minutos antes de la medianoche, hora límite para la presentación de candidaturas, tras unas horas de vacilación en que los hombres de Garrigues pasaron desde el optimismo) de anunciar una presentación en solitario hasta la retirada final. La firme resistencia de los presidentes. provinciales centristas de la Rioja y Murcia -vinculados a Martín Villa- a admitir que dos hombres del Partido Demócrata Liberal encabezaran las listas en esas circunscripciones fue la causa inmediata de la ruptura de la alianza electoral entre los liberales de Garrigues y UCD.

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En los dos últimos días, Antonio Garrigues Walker se había entrevistado hasta un total de siete veces con el presidente centrista, Landelino Lavilla, siempre en el edificio central de UCD situado en la calle Arlabán. Uno de los encuentros, iniciado a las once de la noche del pasado sábado y concluido cerca de las tres de la madrugada de ayer, da idea de la intensidad de los mismos. El obstáculo principal para el acuerdo era la pretensión de Garrigues de ocupar el número tres en la lista de Madrid y situar a dos de sus hombres -Luis Miguel Enciso, ex portavoz centrista en el Senado, y Julio Pascual, secretario de la organización patronal Confemetal- en la cabecera de dos candidaturas provinciales.También pedía el dirigente del PDI, el segundo puesto en provincias seguras y algunos lugares para el Senado. Por parte de UCD, existía un doble problema: Lavilla deseaba el tercer puesto de Madrid para el ministro del Interior, Juan José Rosón, pero, muy especialmente, había que contar con el hecho de que la actual situación de UCD, reflejada fielmente en cada encuesta que el partido encarga, no permitía cesiones" a los aliados. En buen número de circunscripciones, que los responsables del partido se niegan a revelar, los sondeos más fieles auguran a los centristas la condición de extraparlamentarios. Por esta razón, las provincias "seguras" han sido la pieza más codiciada.

A pesar de ello, tras una larga entrevista mantenida ayer entre Lavilla y Garrigues, interrumpida únicamente para almorzar, ambos dirigentes llegaron a un acuerdo: Garrigues ocuparía el número tres por Madrid y Julio Pascual y Luis Miguel Enciso encabezarían las candidaturas de Murcia y La Rioja, respectivamente. Pocas horas antes, Juan José Rosón había manifestado a Lavilla su deseo de no presentarse a las elecciones y marcharse a su casa cuando finalizara su mandato ministerial, según ha sabido EL PAÍS en fuentes de absoluta solvencia. En un ambiente de optimismo, en el que incluso Marcelino Oreja llegó a decir a los informadores: "Todo está arreglado; en un par de horas hacemos públicas todas las listas", se comunicó a Enciso y a Pascual el acuerdo adoptado.

Pocos minutos después irrumpía en la sede centrista Manuel Martínez Meseguer, responsable centrista de Murcia, y declaraba que bajo ningún concepto aceptaba el desembarco del liberal. Otro tanto hacía, casi simultáneamente, Antonio Andrés Castellanos, por teléfono, desde La Rioja. Uno y otro advirtieron que tanto ellos como toda la organización provincial se irían del partido si se materializara el compromiso de Landelino Lavilla con Garrigues.

Se sucedieron entonces desesperados intentos de conciliación, pero resultaron inútiles. A las 16,30 horas de la tarde de ayer se hacía pública la ruptura de la alianza, a pesar del empeño personal que desde el principio había manifestado el plenipotenciario presidente centrista. Consumado el hecho, Antonio Garrigues anunció, en conferencia de Prensa, la intención del PDL de presentar candidaturas al Congreso y al Senado en casi todas las circunscripciones electorales, encabezando él la de Madrid. "Mañana (hoy para el lector) se reunirá el comité ejecutivo del PDL", dijo Garrigues, "y decidiremos en cuales nos presentarrios y en cuales no. De momento no tenemos dinero para costear una campaña electoral, pero podemos tenerlo". Sin embargo, cuando apenas faltaban unos minutos para medianoche, hora límite de presentación de candidaturas, el PDL difundió una nota anunciando la no presentación de este partido a las elecciones "para evitar en estos momentos nuevos elementos de confusión en la vida política del país, y asimismo la dispersión del voto centrista".

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Según el líder del PDL, la causa de la ruptura no ha sido la lucha por los escaños, "ya que en esto habíamos llegado por fin a un acuerdo", sino Ia resistencia tremenda por parte de UCD a la renovación, y la agresividad que el aparato del partido y algunos de sus dirigentes han demostrado hacia los liberales, y cuya causa yo desconozco".

Uno de los comunicados difundidos por el PDL a lo largo de la tarde hacía referencia expresa a "nuestro respeto por las limpias y solitarias actitudes negociadoras de los señores Lavilla y Ortega y Díaz Ambrona, y nuestro rechazo a la prevalencia. en UCD de otras actitudes, herencia de un reciente pasado, que enturbian permanentemente la seria clarificación del proceso democrático español". Finalizada la conférencia de Prensa, en la sede del I>DP sus dirigentes realizaban comentarios irreproducibles sobre los martinvillistas, a cuyo jefe de filas consideran como el primer responsable de la ruptura, que también alcanza al País Vasco.

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