Mañana, día decisivo en el pulso entre Solidaridad y los militares polacos

Solidaridad mantiene sus múltiples convocatorias de manifestaciones para mañana, en toda Polonia, en conmemoración de los acuerdos de Gdansk, mientras que el presidente, general Wojciech Jaruzelski, advertía ayer que no tolerará infracciones de la ley marcial que rige en el país desde el 13 de diciembre. La Iglesia teme que los previsibles enfrentamientos con la policía y el Ejército acaben en un baño de sangre.

El presidente del Consejo Militar de Salvación Nacional, Wojciech Jaruzelski, expresó ayer, en un discurso de tono levemente conciliador, su confianza en que la situación futura...

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Solidaridad mantiene sus múltiples convocatorias de manifestaciones para mañana, en toda Polonia, en conmemoración de los acuerdos de Gdansk, mientras que el presidente, general Wojciech Jaruzelski, advertía ayer que no tolerará infracciones de la ley marcial que rige en el país desde el 13 de diciembre. La Iglesia teme que los previsibles enfrentamientos con la policía y el Ejército acaben en un baño de sangre.

El presidente del Consejo Militar de Salvación Nacional, Wojciech Jaruzelski, expresó ayer, en un discurso de tono levemente conciliador, su confianza en que la situación futura pueda favorecer el levantamiento del estado de guerra antes de finales de año.El general Jaruzelski precisó que "el levantamiento del estado de sitio es atribución formal de las autoridades del Estado. Pero en la práctica, es la situación la que decidirá, y la situación es la población la que la crea".

En un tono similar se manifestaron los obispos polacos en una carta pastoral leída en todas las misas dominicales, en la que se advertía a los fieles sobre el peligro de "enfrentamientos violentos que provoquen derramamientos de sangre".

Jaruzelski pidió que no se utilice la jornada de mañana para participar en manifestaciones irresponsables, e hizo un llamamiento al diálogo, que contrasta con diversas declaraciones extremadamente duras formuladas días atrás por otros dirigentes polacos. "El movimiento patriótico de renovación nacional prosigue", dijo, "y cada ciudadano puede encontrar en él su lugar".

La máxima autoridad del Gobierno polaco recordó que durante los dos años transcurridos desde la firma de los acuerdos de Gdansk, que permitieron el desarrollo del sindicato Solidaridad, las autoridades hicieron diferentes llamamientos y ofertas, pero "el 13 de diciembre tuvimos que frenar la contrarrevolución". "Después", añade, "ha habido tiempo para hacer una crítica realista a fin de modificar las orientaciones de oposición y de extremismo. Este cambio no se ha llevado a efecto y la contribución a la concordia ha tomado las siguientes formas: manifestaciones en la calle, conspiraciones, convocatorias y llamadas de subversión".

En vísperas del 31 de agosto, las autoridades han advertido a la Prensa extranjera para que sea objetiva en sus informaciones. Un portavoz del Ministerio del Interior anunció que si ocurren casos evidentes de dar una imagen falsa de Polonia, exageración de los hechos o utilización de los medios de información para "dar instrucciones" y "calentar la situación", las autoridades deberán "sacar conclusiones".

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