Trofeo Ramón de Carranza

El Madrid, nuevamente sobrio y eficaz

El Betis tampoco pudo frenar al Madrid en esta pretemporada. Di Stéfano, con una plantilla sin grandes novedades, está logrando que realice un juego efectivo, aunque ayer estuvo a punto de perder por los cambios realizados en la segunda parte. Quitar a Gallego para dar entrada a Isidro fue suficiente para que el Madrid perdiera toda la conjunción exhibida al principio.El Madrid ya está en la final de otro torneo veraniego. Hasta ahora ha ganado todos los disputados. No se puede decir que Di Stéfano lo esté haciendo mal. Contra el Betis, ayer, introdujo una novedad estratégica: Metgod jugó como...

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El Betis tampoco pudo frenar al Madrid en esta pretemporada. Di Stéfano, con una plantilla sin grandes novedades, está logrando que realice un juego efectivo, aunque ayer estuvo a punto de perder por los cambios realizados en la segunda parte. Quitar a Gallego para dar entrada a Isidro fue suficiente para que el Madrid perdiera toda la conjunción exhibida al principio.El Madrid ya está en la final de otro torneo veraniego. Hasta ahora ha ganado todos los disputados. No se puede decir que Di Stéfano lo esté haciendo mal. Contra el Betis, ayer, introdujo una novedad estratégica: Metgod jugó como defensa libre. No lo hizo mal, pero sin dar mucho de sí, como tampoco Fraile, un central contundente, que no arriesga, porque no se extralimita de su función, que es únicamente la de anular el juego del delantero centro contrario.

La vuelta de Angel a la titularidad resultó positiva en función de la táctica que preparó Di Stéfano, un 4-4-2 lento, parsimonioso, casi sin fisuras, con Del Bosque en misión de enlace entre defensas y centro campistas. Esta lentitud resulta engañosa como quedó demostrado en el segundo gol. El equipo está capacitado para fabricar un gol en cuestión de segundos, en cuanto el contrario deja espacios libres.

En general, el Madrid realizó un aceptable juego de conjunto. No actúa para la galería, sino que el objetivo es la efectividad, y de ahí que, en el apoyo, todos los jugadores mantengan un tono elevado, tan solo con buscar el desmarque para, luego, pasar el balón al compañero mejor situado.

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