El Barcelona reeditó su condición de campeón de Copa

ENVIADO ESPECIAL No llegó a puerto la nave madridista en esta final de Copa pero como contó una vez más con un capitán inigualable no se puede hablar de hundimiento. Los torpedos azulgranas poco a poco dejaron tocado el barco del campeón y el Barcelona ganó la última batalla, que no la guerra, de la temporada. Su triunfo fue totalmente justo, pero quizá se podría hablar de una victoria moral de los blancos que terminaron jugando con cuatro jugadores en plan heroico con Fernando Martín, que se ha convertido en la figura, fuera de combate.

El Madrid zarpó muy bien en su aventura y tenía m...

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ENVIADO ESPECIAL No llegó a puerto la nave madridista en esta final de Copa pero como contó una vez más con un capitán inigualable no se puede hablar de hundimiento. Los torpedos azulgranas poco a poco dejaron tocado el barco del campeón y el Barcelona ganó la última batalla, que no la guerra, de la temporada. Su triunfo fue totalmente justo, pero quizá se podría hablar de una victoria moral de los blancos que terminaron jugando con cuatro jugadores en plan heroico con Fernando Martín, que se ha convertido en la figura, fuera de combate.

El Madrid zarpó muy bien en su aventura y tenía muy bien planteada su trayectoria. Volvió a su defensa con concepto de zonas pero en la que cada jugador tenía asignado su contrincante y a los diez minutos todo era muy fácil para el equipo de Lolo Sáinz (32-16). Todo hacía pensar que el Madrid volveria a repetir su hazaña del Palau Blau Grana.. No fue así. Una vez más, y pese a ser el actual campeón de liga, le faltó entidad al conjunto madridista que de ninguna manera se debió ver superado, después de este comienzo, por su rival. La causa de esto fue efectivamente la lesión de Fernando Marín, pero un equipo que aspira a todo en Europa, no puede ahora lamentarse de que un reciente fichaje que tiene veinte años sea un pilar tan imprescindible para él.

Sibilio tuvo una actuación brillante. Delibasic no, y por eso el Barcelona terminó ganando. No obstante, no es cuestión de echar muchas flores al cuadro azulgrana porque el Madrid termino con cuatro jugadores y a los veintidós minutos ya estaba sin sus tres pivots. Lo normal es que el Barcelona hubiera barrido. Pero sigue, pese a sus títulos, sin tener carisma de campeón aunque ayer luchó de forma encomiable. No lo hizo mal, alternó su defensa y apoyada en el citado Sibilio y el poder reboteador de De la Cruz tomó la iniciativa. Creus, su director de juego, quizá para dejar mal a Antonio Díaz-Miguel, el seleccionador, que no le ha convocado, superó a su compañero Solozábal y a Corbalán, que si están en la lista que jugará el Mundial.

El Madrid Volvió a pagar muy caro el tributo de tener pivots que cometen faltas con facilitad. En el caso de Rullán, hombre experto, pero que no está en plenitud de forma, es habitual y Martín y Romay adolecen de experiencia. Es cierto que los blancos juegan muy fuerte al apoyar su rebote, cosa fundamental en baloncesto, en dos hombres tan jóvenes. Delibasic, que vino para ganar títulos como él mismo ha confesado, tuvo que conformarse con uno. Brabender, el capitán que se mantuvo hasta el final no dejó que el barco se hundiera, pero no pudo evitar que el submarino azulgrana le torpedeara.

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