Crítica

La clave comercial de Alfredo Landa

El tercer largometraje dirigido por José Luis Garci, Las verdes praderas (1979), no tuvo la impronta de sus títulos anteriores aunque sí obtuvo una buena aceptación del público. En Asignatura pendiente, Garci había culminado su intento como guionista de "tercera vía", es decir, de un cine establecido en el lenguaje de las comedias al uso pero con ciertas ambiciones críticas o estéticas. La frustración generacional de quienes tenían más de treinta años al morir Franco fue narrada en un lenguaje fresco, discutido por gran parte de la crítica, pero reflejo, al fin y al cabo, del...

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El tercer largometraje dirigido por José Luis Garci, Las verdes praderas (1979), no tuvo la impronta de sus títulos anteriores aunque sí obtuvo una buena aceptación del público. En Asignatura pendiente, Garci había culminado su intento como guionista de "tercera vía", es decir, de un cine establecido en el lenguaje de las comedias al uso pero con ciertas ambiciones críticas o estéticas. La frustración generacional de quienes tenían más de treinta años al morir Franco fue narrada en un lenguaje fresco, discutido por gran parte de la crítica, pero reflejo, al fin y al cabo, del aire de los nuevos tiempos.Los detractores de la primera película que, Garci dirigía veían en ella la muestra de un cine que se ofrecía en términos progresistas pero ocultaba una fuerte raíz conservadora. Cuando en Solos en la madrugada, el director homenajeaba abiertamente a los profesionales de la radio que habían entretenido al país en los años de posguerra, sin querer caer en la cuenta de que una época histórica no puede reflejarse tan parcialmente sin deformarla en lo que realmente la significa.

Las verdes praderas se emite hoy a las 22

30 por la primera cadena.

Las verdes praderas quiere centrarse en la época actual mostrando las dificultades de quien compra chalés y no puede luego disfrutarlos en paz. El personaje interpretado por Alfredo Landa vive un conflictivo fin de semana, víctima de su sumisión a la sociedad de consumo que la película quiere denunciar al tiempo que añora los tiempos en que en España se jugaba al parchís y no se pretendía tanto esplendor. La resolución del personaje destruyendo sus propiedades quiere estimular a la independencia del reclamo publicitario.

Aunque la comedia queda respetada en sus esquemas básicos, Garcí aporta unos largos parlamentos que explicitan su filosofía y detienen la mínima acción. Alfredo Landa no parece creer siempre lo que dice pero realiza un trabajo eficaz, importante clave en el éxito que la película obtuvo en su estreno comercial.

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