Sustos para Doris
Hay un componente sádico en esta película: el gozo que pueden producir los sustos que se lleva Doris Day entre las multitudes de agraviados por sus almibaradas películas de siempre. Ver pasarlas negras a la superdulce Doris, es un aliciente. Pero no basta para tragarse este artificioso subproducto de cine de sustos, que no de terror.Esta película carece absolutamente de valores cinematográficos, lo que no sería un asunto demasiado grave, si además no hiciera trampas. El director se sirve de un conjunto de efectos de resultado seguro, como voces siniestras, acosos de una figura masculina inconc...
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Hay un componente sádico en esta película: el gozo que pueden producir los sustos que se lleva Doris Day entre las multitudes de agraviados por sus almibaradas películas de siempre. Ver pasarlas negras a la superdulce Doris, es un aliciente. Pero no basta para tragarse este artificioso subproducto de cine de sustos, que no de terror.Esta película carece absolutamente de valores cinematográficos, lo que no sería un asunto demasiado grave, si además no hiciera trampas. El director se sirve de un conjunto de efectos de resultado seguro, como voces siniestras, acosos de una figura masculina inconcreta contra una mujer que camina entre la niebla, tracas de música premonitoria.
Un grito en la niebla se emite hoy, a las 22,05 horas, por la segunda cadena
Director: Delbert Mann. Guión: Paul Monasch, sobre la novela de Erich María Remarque. Fotografía: John Coquillón. Intérpretes: Richard Thomas, Ernest Borgnine, Donald Pleasence, Ian Holm. Angloamericana, 1979. Drama. Local de estreno: AIbéniz.