Crítica:

Un melodrama inédito de Aldrich

Después de la segunda guerra mundial, en Estados Unidos aparece una generación de realizadores que tiene gran importancia. De ella destacan Richards Brooks, Stanley Donen, Samuel Fuller, John Huston, Ella Kazan, Joseph Losey, Joseph L. Mankiewicz, Anthony Rossem, etcétera. Uno de sus nombres más representativos es el de Robert Aldrich, por la coherencia de su obra y por ser uno de los pocos que continúan trabajando en la actualidad.Aldrich nace en 1918 en el seno de una familia de políticos y financieros, estudia ciencias económicas, en 1941 se instala en Hollywood y durante más de diez años t...

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Después de la segunda guerra mundial, en Estados Unidos aparece una generación de realizadores que tiene gran importancia. De ella destacan Richards Brooks, Stanley Donen, Samuel Fuller, John Huston, Ella Kazan, Joseph Losey, Joseph L. Mankiewicz, Anthony Rossem, etcétera. Uno de sus nombres más representativos es el de Robert Aldrich, por la coherencia de su obra y por ser uno de los pocos que continúan trabajando en la actualidad.Aldrich nace en 1918 en el seno de una familia de políticos y financieros, estudia ciencias económicas, en 1941 se instala en Hollywood y durante más de diez años trabaja para diversas productoras en diferentes cometidos, especialmente como ayudante de dirección. Desde que debuta, en 1953, con The Big Leaguer hasta su última película estrenada, All the Marbles (1981), ha dirigido treinta largometrajes.

Aunque su obra tiene gran interés, posee un estilo conciso de gran eficacia y ha dirigido películas tan conocidas como El último atardecer (1961), ¿Qué fue de Baby Jane? (1962), La leyenda de Lylah Clare (1968), La banda de los Grissom (197 1) y El emperador deI Norte (1973), su nombre no es demasiado conocido, porque sus últimos trabajos no han sido grandes éxitos.

Hojas de otoño (1956) pertenece a la primera, quizá mejor y para nosotros más desconocida parte de su obra, en la medida que mientras sus películas posteriores se han estrenado prácticamente todas, de sus ocho primeras producciones en su momento sólo se estrenaron sus westerns famosos, Apache (1954) y Veracruz (1954). Las seis restantes fueron víctimas de la terrible censura del general Franco y sólo se han podido ver algunas en pases muy posteriores por Televisión Española.

Concebida, antes que nada, como vehículo para una Joan Crawford que, a pesar de haber debutado en 1925, todavía seguía siendo una gran estrella, Hojas de otoño es un melodrama negro realizado con perfección y que conserva el mismo interés que en el momento de su estreno. La Crawford interpreta a Milly Wettherby, una solterona de mediana edad que se casa con el joven Burt Hanson, encarnado por Cliff Robertson; pero de esta unión no resulta nada bueno, porque el marido es un mentiroso patológico que llega incluso al intento de asesinato para lograr sus oscuras intenciones. Obra pensada para un público especialmente femenino, donde Joan Crawford se mueve con seguridad, y realizada por Aldrich con gran habilidad.

Hojas de otoño se emite esta noche a las 21.35 horas, por la primera cadena.

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