El 'Flyer', vencedor de la Vuelta al Mundo en tiempo real

La embarcación holandesa Flyer fue la primera en arribar al puerto de Portsmouth, tras completar la Vuelta al Mundo. Los 14 tripulantes fueron recibidos con champán, cerveza, un ramito de tulipanes y un pastel de chocolate, reproducción del barco. Su propietario, nada más llegar, anunció la venta del Flyer por 90 millones de pesetas. En tiempo real la victoria del impresionante barco holandés es innegable y se confirmó ayer, con el record de 120 dias, 6 horas, 34 minutos y 14 segundos. Su triunfo en tiempo compensado peligra ante los dos barcos franceses, Charles Heidsieck III y Kriter IX, que...

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La embarcación holandesa Flyer fue la primera en arribar al puerto de Portsmouth, tras completar la Vuelta al Mundo. Los 14 tripulantes fueron recibidos con champán, cerveza, un ramito de tulipanes y un pastel de chocolate, reproducción del barco. Su propietario, nada más llegar, anunció la venta del Flyer por 90 millones de pesetas. En tiempo real la victoria del impresionante barco holandés es innegable y se confirmó ayer, con el record de 120 dias, 6 horas, 34 minutos y 14 segundos. Su triunfo en tiempo compensado peligra ante los dos barcos franceses, Charles Heidsieck III y Kriter IX, que le superaban en la clasificación y navegan ahora rápidamente al haber vuelto el viento a la zona del Canal de la Mancha.

La última etapa de la regata organizada por la Royal Navy Salling Association y por una marca de cerveza inglesa, que tiene su fábrica principal y su sede aquí, en este puerto sureño, enfrente de la musical isla de Wight, no ha sido la más atractiva, pero sí tal vez la más técnica. Desde la salida el 27 de febrero, en el puerto argentino de Mar de Plata, unos trescientos kilómetros al sur de Buenos Aires, hasta Portsmouth, la distancia es de 6.149 millas marinas, 11.388 kilómetros. Esta medida se señala siempre según la ruta ortodrómica, es decir, la más corta por mar entre dos puntos, pero que nunca tiene por qué ser necesariamente la indicada.Dos grandes dificultades -más agotadoras por la falta de viento, que por las condiciones duras de la climatología y la mar sufridas normalmente en el Indico o el Pacífico- son las existentes en esta ruta atlántica: el piso del Ecuador y el anticiclón más al norte del trópico de Cáncer, bien a la altura de las Azores o ya sobre España y las islas Británicas.

Aunque en el primer caso los barcos suelen quedarse en grandes encalmadas largos días, como les sucedió a muchos en la primera etapa, Portsmouth-Ciudad del Cabo, en esta ocasión sólo los más pequeños, curiosamente los que encontraron vientos más apropiados en su navegar más lento durante la pasada etapa por el Pacífico, Auckland-Mar del Plata, tuvieron problemas. Los primeros clasificados de la regata lograron medidas entre los siete y once nudos de velocidad, asegurando así recorridos mínimos de doscientas millas por día -entre trece y veinte kilómetros por hora y 370 kilómetros-.

Escoger la ruta mejor en el Ecuador es casi un azar, pues ni siquiera los datos meteorológicos de previsiones con tres días de adelanto -recibidas con decodificadores desde satélites- son fiables. La dirección, en el sentido y la velocidad de los vientos, cambia constantemente y en zonas muy cercanas. La elección del velamen apropiado, pues, resulta decisivo, y el trabajo de cambiar en cada caso la apropiada, lo mismo. El camino más corto, por ejemplo, tras salir de Mar del Plata, es rodear lo más cerca posible la costa brasileña. Casi ningún barco, sin embargo, se atrevió a acercarse a la bahía de Santos, en pleno trópico de Capricornio, por la amenaza de quedarse allí prácticamente varado, con temperaturas siempre superiores -allí era pleno verano austral- a los treinta grados.

La segunda gran dificultad de la última etapa de la Vuelta al Mundo, ya en el Atlántico norte, es el anticiclón movible, que en esta ocasión va a decidir la regata, con sus encalmadas muy cerca del final. Después del viento favorable que empujó a los barcos, e incluso permitió a algunos correr el riesgo de tomar la ruta del Este, entre las Azores y el continente africano -caso del Flyer-, en lugar de la más segura, pero larga, del Oeste, éstos se han encontrado con el anticielón asentado entre el norte de España y el sur del Reino Unido. El buen tiempo y viento casi nulo han sido sus habituales consecuencias.

En el canal de la Mancha se acortaron distancias

Así pues, la ventaja adquirida por los barcos más rápidos se fue acortando durante el pasado fin de semana, a pocas millas ya de la llegada. El Flyer debía superar en 92 horas al francés Charles Heidsieck III, para ganarlo en tiempo compensado, algo aún por decidir mientras éste sólo necesitaría una hora, treinta minutos y 26 segundos para imponerse a su compatriota Kriter IX, cosa que va a lograr, pues le aventaja en unas doscientas millas. De todas formas, los dos barcos galos, que también tuvieron problemas en el borde del anticiclón, se están beneficiando en las últimas horas con la aparición del viento en la zona del Canal de la Mancha, por lo que su llegada antes de las primeras horas del jueves parece segura, derrotando al Flyer.Venza o no el Flyer en tiempo compensado, el reglamento de la regata será revisado para la próxima edición, que se disputará por categorías distintas. Y, como sucede en automovilismo, casos del Rally de Montecarlo o las 24 Horas de Le Mans, al final destacará no sólo a nivel popular, sino tarabién de organización, el auténtico monstruo de la vela de altura.

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