Un asma del esfuerzo, posible causa de los fracasos deportivos

Las malas marcas de ciertos atletas de alto nivel en el curso de los partidos o las competiciones, generalmente comparadas al descenso del régimen de producción en las máquinas, podrían explicarse por una clase de asma del esfuerzo no detectada hasta ahora. Esta interesante hipótesis fue formulada el pasado sábado en la capital de Quebec por el doctor Stephen Rice, profesor de medicina deportiva en la Universidad Washington de Seattle, Estados Unidos, durante el XXXVIII Congreso de la Academia Americana de Alergia, que reunió desde el pasado día 6 hasta ayer a 1500 médicos e investigadores."La...

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Las malas marcas de ciertos atletas de alto nivel en el curso de los partidos o las competiciones, generalmente comparadas al descenso del régimen de producción en las máquinas, podrían explicarse por una clase de asma del esfuerzo no detectada hasta ahora. Esta interesante hipótesis fue formulada el pasado sábado en la capital de Quebec por el doctor Stephen Rice, profesor de medicina deportiva en la Universidad Washington de Seattle, Estados Unidos, durante el XXXVIII Congreso de la Academia Americana de Alergia, que reunió desde el pasado día 6 hasta ayer a 1500 médicos e investigadores."La inmensa mayoría de personas que tienen un asma sintomático conocen perfectamente su enfermedad -una afección bronquial, con crisis de tos ahogada, señaló el doctor Rice-, pero hay atletas de alto nivel que son asmáticos sin saberlo. Muchos de ellos sufren un asma producido por el esfuerzo". Según el doctor, esta crisis de asma, que los atletas expresan por la conocida frase "estoy al límite de mis fuerzas", necesita alrededor de media hora para ser superada. El deportista baja su rendimiento y después puede recuperarse tras el descanso de un partido, por ejemplo. "Este asma -continuó el doctor Rice- pasa a menudo inadvertido, pues en fútbol y baloncesto, sobre todo, se puede cambiar de jugador en un partido cuando aparace la fatiga o su rendimiento no es bueno".

El doctor norteamericano y su equipo de la Universidad Washington han efectuado un estudio desde 1979 para poder diagnosticar las posibilidades de existencia del asma del esfuerzo en los atletas. El curso pasado, 80-81, 476 nuevos estudiantes que deseaban hacer deporte respondieron en un cuestionario acerca de sus antecedentes de asma, catarro del heno -alérgico- o trastornos respiratoríos después de haber corrido una milla.

A partir de dicho cuestionario veinticuatro estudiantes se comprobó que tenían asma y fueron sometidos a la prueba del esfuerzo, caminar sobre una cinta sin fin durante media hora. La mitad sufrió una crisis de asma, es decir el 2,5% de los nuevos estudiantes, un elevado porcentaje al tratarse sólo de los que querían hacer deporte, descontados, entonces, la mayor parte de los asmáticos.

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