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Diana de Gales

recibe estos días la insólita protección de los distribuidores de Prensa extranjera de Gran Bretaña, quienes han decidido no importar las revistas que saquen en sus páginas fotos de la princesa en bikini durante sus recientes vacaciones en las islas Bahamas o vender dichas publicaciones sin esas páginas. Aunque algunas publicaciones han logrado llegar a los quioscos, caso de la italiana Gente, la revista alemana Bunte se vende con dos páginas arrancadas y la francesa París-Match no ha pasado el canal de la Mancha porque sus distribuidores británicos consideran, al i...

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recibe estos días la insólita protección de los distribuidores de Prensa extranjera de Gran Bretaña, quienes han decidido no importar las revistas que saquen en sus páginas fotos de la princesa en bikini durante sus recientes vacaciones en las islas Bahamas o vender dichas publicaciones sin esas páginas. Aunque algunas publicaciones han logrado llegar a los quioscos, caso de la italiana Gente, la revista alemana Bunte se vende con dos páginas arrancadas y la francesa París-Match no ha pasado el canal de la Mancha porque sus distribuidores británicos consideran, al igual que el portavoz del palacio de Buckingham, "de mal gusto" las fotos.

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