Crítica:El cine en la pequeña pantalla

Paul Newman, tras la cámara

Es esta la primera incursión del actor Paul Newman detrás de las cámaras. No es casual que, sin afilar mucho la mirada, el espectador se dé cuenta de que el director de Raquel, Raquel es también actor. Se percibe esta cualidad en los filmes de Elia Kazan, en la maravillosa Noche del cazador de Charles Laughton, en cualquier película de Orson Welles. El oficio de actor marca hasta tal punto, que ni siquiera cuando uno de ellos se pone detrás de la cámara deja de seguir actuando a través de otros rostros y otros cuerpos.Pero Newman se sale de la medida. Los actores de ...

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Es esta la primera incursión del actor Paul Newman detrás de las cámaras. No es casual que, sin afilar mucho la mirada, el espectador se dé cuenta de que el director de Raquel, Raquel es también actor. Se percibe esta cualidad en los filmes de Elia Kazan, en la maravillosa Noche del cazador de Charles Laughton, en cualquier película de Orson Welles. El oficio de actor marca hasta tal punto, que ni siquiera cuando uno de ellos se pone detrás de la cámara deja de seguir actuando a través de otros rostros y otros cuerpos.Pero Newman se sale de la medida. Los actores de Raquel, Raquel, y en especial Joanne Woodward, esposa de Newman, hacen su trabajo al modo y manera del que lleva la batuta.

Paul Newman tiene como actor una acusada personalidad y trabaja según métodos y técnicas reconocibles a distancia. Estas técnicas -que Marlon Brando llamó irónicamente la escuela del sudor- afloran en Raquel, Raquel de manera invasora. De ahí la monotonía que invade al relato. Todos, en él, actúan bajo una misma cuerda y en un mismo pentagrama.

El resultado es aburrido, monocorde y tristón.

Raquel, Raquel se emitirá el domingo a las 22.00 horas por la primera cadena.

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