Incertidumbre ante el congreso del PSOE valenciano

La composición definitiva de la futura comisión ejecutiva del Partido Socialista del País Valenciano (PSPV-PSOE) aparece bastante incierta de cara al tercer congreso de este partido, que se inicia hoy en Benicasim (Castellón), y que contará casi con toda seguridad con la presencia del vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra.

Lo que sí parece seguro es que el congreso estará marcado por el retorno del antiguo secretario general, Joan Pastor, sancionado con una suspensión de militancia por dos años que finalizará en fecha breve. Al parecer, de cara al congreso, los part...

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La composición definitiva de la futura comisión ejecutiva del Partido Socialista del País Valenciano (PSPV-PSOE) aparece bastante incierta de cara al tercer congreso de este partido, que se inicia hoy en Benicasim (Castellón), y que contará casi con toda seguridad con la presencia del vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra.

Lo que sí parece seguro es que el congreso estará marcado por el retorno del antiguo secretario general, Joan Pastor, sancionado con una suspensión de militancia por dos años que finalizará en fecha breve. Al parecer, de cara al congreso, los partidarios de Pastor han abandonado las posiciones próximas a izquierda socialista que sustentaban anteriormente y se encuentran más cerca del aparato del partido, dominado por el secretario general, Joan Lerma.

Cerca de 16.000 militantes estarán representados por 318 delegados. Precisamente esta cifra oficial de militantes será probablemente uno de los elementos para criticar la gestión de la ejecutiva actual por parte de Izquierda Socialista, corriente que quizá pida la no reelección del secretario de organización, Leandro Picher, y algunos de los llamados fontaneros de Lerma. La actual cifra de militantes supone un aumento de casi 2.000 desde el congreso federal, lo que no es muy verosímil en opinión de algunos miembros del partido que cuestionan a la actual dirección.

Críticas a la política autonómica

La crítica a la gestión parece que será compartida por el sector nacionalista que encabeza el senador Alfons Cucó, aunque se centrará primordialmente en la política autonómica y la negociación del Estatuto. Con ello, los nacionalistas intentarán también lavar su parte de culpa, puesto que en todo ello participaron con su apoyo a Lerma desde los órganos de dirección.Este sector pretende la caída de algún elemento importante del aparato, como el secretario de política autonómica y vicepresidente del Consejo del País Valenciano, Felipe Guardiola, y conservar sus posiciones -presencia minoritaria- en los órganos de dirección.

Por su parte, Izquierda Socialista ha negociado bastante con el grupo de Lerma durante los días previos al congreso, y parece seguro que miembros de esta corriente, que no estaba representada en la ejecutiva saliente, pasarán a formar parte de la que elija el congreso. Quizá el nombre más seguro para esa hipotética incorporación es el de Manuel Sánchez Ayuso, diputado por Valencia.

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La permanencia de los nacionalistas es lo que puede estar más difícil, pues Lerma no estaría dispuesto a soportar una fuerte crítica de este sector y quizá si se produjese intentaría marginar a sus miembros. Los nacionalistas no tienen un alto porcentaje de militantes, pero sí un peso ideológico importante.

A pesar de todas las discrepancias que puedan aún surgir, parece descartable una alianza de nacionalistas y críticos contra Lerma, ya que quizá no puedan alcanzar mayoría frente a los partidarios del actual secretario general. Se espera, no obstante, un alto porcentaje de votos negativos y abstenciones acerca de la gestión de la ejecutiva saliente.

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