Voleibol

El Real Madrid, eliminado por el Steaua rumano

El Real Madrid estuvo a punto de lograr la hazaña de eliminar al Steaua de Bucarest, actual subcampeón de la Recopa, cuando todo hacía suponer que caería fácilmente ante un equipo de la talla del campeón rumano, que hace dos años conquistó también la Copa de Europa. El Madrid venció por tres a uno (15-8, 15-7, 9-15, 15-10), por lo que quedó apeado de la competición, ya que en Bucarest perdió por tres a cero (15-12, 15-6, IS-10).Magnifico y espectacular fue el encuentro que disputaron ambos equipos. Los blancos salieron dispuestos a ganar, sin complejos, arriesgando al máximo, pletóricos de fue...

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El Real Madrid estuvo a punto de lograr la hazaña de eliminar al Steaua de Bucarest, actual subcampeón de la Recopa, cuando todo hacía suponer que caería fácilmente ante un equipo de la talla del campeón rumano, que hace dos años conquistó también la Copa de Europa. El Madrid venció por tres a uno (15-8, 15-7, 9-15, 15-10), por lo que quedó apeado de la competición, ya que en Bucarest perdió por tres a cero (15-12, 15-6, IS-10).Magnifico y espectacular fue el encuentro que disputaron ambos equipos. Los blancos salieron dispuestos a ganar, sin complejos, arriesgando al máximo, pletóricos de fuerza y con gran fe en el triunfo. A esto, unieron un espléndido juego que respondía a una sabia estrategia planteada por Vorgic que demostró conocer al rival. Pese a su prudencia en las declaraciones previas al encuentro, era fácil averiguar que tenía mucha esperanza en eliminar al potente conjunto rumano.

El Madrid, con Bogoevski como líder y Toppary como ejecutor, se hizo con el partido de forma clara y rotunda. Por si fuera poco, Juan Carlos García, con sus tremendos smasches, acabó por descontrolar completamente al Steaua.

El primer set fue una prernonición de lo que podría ocurrir y, al terminar el segundo, todo el mundo empezó a creer en el milagro. En el tercer set, el más emocionante de todos, los rumanos tomaron delantera hasta de uno a siete, pero se llegó a producir un empate a ocho que permitió que los espectadores del Pabellón.se pusieran en pie y vibraran. Quizás aquí, la experiencia y madurez de los rumanos dijeran la última palabra. Dentro de los fallos que cometieron todos, el Madrid se excedió en las fintas y falló en algunos bloqueos. Cierto que, en cualquier otra cancha, un arbitraje más conservador hubiera podido ayudar al, conjunto blanco, pero lo justo es decir que, igual que el Madrid cuajó una soberbia actuación digna de todos los elogios, el Steaua demostró que sabe sobreponerse.

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